Silvia Rozas gana un certamen para flautistas europeos durante el confinamiento

La burelesa trabaja como becaria en la orquesta de la Ópera de Berlín
Generated by  IJG JPEG Library
photo_camera Silvia Rozas Ramalliera

Silvia Rozas Ramalleira es una burelesa de 21 años afincada en Berlín desde hace cuatro, donde estudia el grado de Flauta, al tiempo que trabaja como becaria en la orquesta de la Ópera de Berlín. Esta ciudad es en la que ha pasado todo el confinamiento en el que ha alternado la cocina con su profesión, con estupendos resultados en ambos campos. En música acaba de ganar el premio de la Asociación de Flautistas de España.

Un galardón, el Euroflute Solo Competition, en el que comparte el primer premio ex aequo con Tomasz Sierant, y que convocó la asociación nacional para animar a los flautistas de toda Europa durante el confinamiento por el Covid-19.

"Vin a convocatoria polo Facebook e me pareceu unha oportunidade para seguir a estudar e para aproveitar eses días en que todas as actividades estaban canceladas", cuenta desde la capital alemana, donde se muestra muy contenta con el premio. "Foi toda unha alegría", pero mucho más lo fue si cabe el apoyo recibido desde Burela, con un bueno número de 'links' a sus obras y un tremendo número de comentarios ayer, tras conocerse que era la ganadora. "Quédome co respaldo e co que me dixeron de que poideran disfrutar dun bonito concerto", asevera.

Para disfrutar del premio aún tendrá que esperar pues es participar en un concierto con la Asociación de Flautistas de España, que iba a ser en Córdoba, pero que está pospuesto como consecuencia del Covid. "É cada dous anos, pero agora non se sabe cando e onde poderá ser", explica, mientras recuerda que la parte económica del premio "a invirtirei na compra dun sofá".

"Unha das cousa que más boto de menos de Burela é escoitar falar galego e tomarme unha Estrella cun pincho nunha terraciña"

Este hecho es sinónimo de que permanecerá un tiempo más en el país germano, al que llegó hace cuatro años para formarse con una profesora específica y donde descubrió una sociedad donde la música tiene más peso que en España. "Cheguei porque tiña moitas ganas de traballar con ela e descubrín un país máis volcado coa cultura e a música. Ademais mestura de nacionalidades é outro dos seus atractivos e é unha das cousas que máis me está gustando", cuenta sobre su país de acogida. Allí le queda, al menos, otro año de formación para acabar el grado, sobre el que no la evaluarán en ese segundo semestre del curso, "que foi online e que nos serviu para seguir aprendendo".

Este verano tenía pensado pasarlo en su Burela natal, pero todos los planes serán en función de cómo evolucione la pandemia, que en Alemania fue más llevadera que en España. "Non tivemos tantas restricións e cada día podiamos saír a dar un paseíño", recuerda.

Cuenta que su máxima preocupación era que su familia estuviera bien: "Falamos por teléfono e con videochamadas", relata desde su domicilio en Berlín, que comparte con otros dos músicos españoles. "Estou como na casa e cando chegas e ule a sofrito ou a tortilla de pataca é un gusto", ríe, mientras rememora que una de las cosas que más echa de menos de Burela es "escoitar falar galego e tomarme unha Estrella cun pincho nunha terraciña".

Comentarios