El día en que Gaspar fue el rey

Familiares, amigos, el Escaravello Club de Galicia o Astilleros Gondán acompañaron este domingo al ribadense Gaspar Pérez en su 90 cumpleaños
Gaspar Pérez Álvarez, con sus hijos y otros participantes en la celebración de su 90 cumpleaños. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Gaspar Pérez Álvarez, con sus hijos y otros participantes en la celebración de su 90 cumpleaños. JOSÉ Mª ÁLVEZ

A Gaspar Pérez Álvarez, ribadense que cumplió 90 años, no se le va a olvidar este cumpleaños de ninguna de las maneras. Completamente a escondidas sus familiares le prepararon una jornada festiva que acabó por convertirse en una especie de homenaje a este hombre con una vida muy intensa y que parece tener veinte años menos de los que en realidad tiene. Por físico y por espíritu.

​Siempre le gustaron a Gaspar los escarabajos, el popular automóvil de Volkswagen. Tanto que entró a formar parte del Escaravello Club de Galicia, del que es actualmente el miembro de mayor edad. Sus componentes no le dejaron solo en su cumpleaños y totalmente por sorpresa, pese a que hubo que pedir permiso al Concello para ocupar una calle, se le plantificaron delante de casa para darle, primero una sorpresa monumental, y luego un paseo triunfal. Gaspar no es de piedra y sintió en todo momento una profunda emoción.

Con ellos acudió al local donde le ofrecieron una comida acompañado desde luego por sus hijos y nietos. Fueron sus familiares los que fueron pergeñando toda la jornada, siempre a sus espaldas para garantizar que se iba a mantener la ilusión hasta el final. Era complicado, pero sí que lo consiguieron.

VIDA LARGA. Gaspar nació en la casa que hay en Los Oscos, en Ferreirela de Abaixo, junto a la que fue casa natal de Antonio Raymundo Ibáñez, el Marqués de Sargadelos. Casualidad, ahora vive junto al Concello, vivienda de Ibáñez mucho tiempo después.

Desde allí inició un largo periplo vital que lo llevó por diversas localidades y trabajos, donde parece claro que siempre dejó una honda impresión entre sus compañeros.

En los años 60 trabajó en Madrid en la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Primero lo hizo como revisor y luego ya como conductor. También hasta Ribadeo llegó gente de la EMT madrileña para acompañarle en esta fecha tan especial. En aquellos tiempos este ribadense llegó a conducir los buses que el Ayuntamiento de Madrid había comprado al de Londres: los famosos autobuses rojos de dos pisos con volante a la derecha.

Cuando ya se acercó a esta comarca trabajó durante muchos en Astilleros Gondán, en la localidad de Figueras, en la orilla asturiana de la Ría de Ribadeo.

También desde el astillero tuvieron un detalle con él entregándole un libro con la historia del mismo en nombre de su actual propietario, Álvaro Platero.

Pero con todo, seguro que lo más agradeció fue el cariño de los suyos, que le acompañaron en una jornada que queda para el recuerdo porque con seguridad para él será inolvidable.

Máis en A Mariña
Comentarios