La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar trabaja de lleno en la elaboración del estudio de dinámica del litoral de la ría de Viveiro que permitirá buscar una solución definitiva a la degradación de la playa de Covas. Las previsiones son que esté terminado a principios de año, según apunta el responsable del servicio provincial, José Miguel Estevan Dolls.
Llevamos tiempo trabajando en él, ya desde el verano», recuerda, y apunta que este informe lo hace directamente el ministerio a través del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), cuyos profesionales recaban toda la información histórica de la zona, evalúan la problemática que se da en la playa y en base a ello plantearán posibles soluciones, argumentadas con pros y contras.
La playa de Covas se degrada en los últimos años de tal forma que pierde arena en la parte más occidental y la gana en la oriental, algo que diversas fuentes atribuyen al cambio de corrientes que se produjo cuando se construyeron los rellenos y espigones. Esta situación provoca que el mar alcance el paseo marítimo con pleamares grandes y que lo supere con temporales fuertes, como ya sucedió en los últimos años, en que el agua llegó incluso a las viviendas y ocasionó diversos daños.
El mar se fue llevando parte de la arena trasvasada y en la zona más estrecha apenas quedan tres metros de franja hasta el paseo
Esta situación movilizó a los vecinos, que a través de la plataforma Salvar a Praia de Covas reclaman desde hace dos años una solución. Portos de Galicia y Costas llegaron a un acuerdo para que el ente autonómico realizara el trasvase de arena ya ejecutado que supone un remedio provisional y que Costas se encargara del estudio para buscar una solución definitiva, que ejecutarán en conjunto ambas administraciones.
El trasvase de 30.000 metros cúbicos desde la parte opuesta de la misma playa terminó en octubre y la amplia franja de arena que se situó en la zona degradada se fue reduciendo, como se puede observar a simple vista. En la parte más estrecha —a la altura de donde desemboca la Travesía Granxas— queda un grosor de unos tres metros de arena trasvasada.
Los vecinos esperan con ansia noticias sobre una solución definitiva aunque tienen sus reparos en relación a algunas propuestas que surgieron, como construir un espigón que partiría la playa en dos y se inclinan por otras con menor impacto como arrecifes submarinos. De momento Costas no se pronuncia sobre ninguna posibilidad.
