La comarca de A Mariña, pendiente de Pittsburgh

Los trabajadores de la planta de San Cibrao esperan que la reunión entre Maroto y el presidente de Alcoa en suelo estadounidense sirva para desencallar el proceso de venta
Reyes Maroto, en la comisión de industria. EFE
photo_camera La ministra Reyes Maroto. EFE

La comarca lucense de A Mariña está este lunes pendiente de la reunión que mantendrá la ministra de Industria, Reyes Maroto, a las dos y media de la tarde –hora española–, con el presidente de Alcoa, Roy Harvey, en la sede central de la multinacional norteamericana, en Pittsburgh.

Los trabajadores, representados por el comité de empresa, esperan que esa reunión sirva para desencallar el proceso de venta de la fábrica de aluminio primario de San Cibrao, para cuya compra han presentado ofertas no vinculantes cuatro grupos industriales, aunque de momento solo uno de ellos está en disposición de firmar el acuerdo de condiciones generales planteado por Alcoa.

Por su parte, el vicepresidente segundo de la Xunta de Galicia y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, confía en que la reunión de Reyes Maroto con Roy Harvey sea "un hito que le dé un giro a la situación actual" de la planta de aluminio de San Cibrao.

Opina que "lo más importante en este momento es que tanto el Gobierno como Alcoa puedan acercar posturas y se pueda establecer un camino de diálogo para ese proceso de venta".

La reunión, ha dicho Conde en declaraciones a la prensa, "tiene que ser un hito que le dé un giro a la situación actual", para que "Alcoa traslade su voluntad de vender la planta y, al mismo tiempo, haya una implicación, un compromiso por parte del Ministerio y de la Xunta de Galicia para participar activamente en ese proceso".

A la espera de que lleguen noticias positivas de esa reunión en los Estados Unidos, el comité ha convocado para la tarde de este kunes una manifestación en Río Covo, en San Cibrao, justo el día en el que finalizan los dos meses que se dieron Alcoa y los representantes sindicales para mantener la "paz social" mientras se negociaba la venta de la factoría.

Aunque ese acuerdo finaliza este 19 de julio, ambas partes dejaron abiertas las puertas a una posible prórroga del mismo si las condiciones del proceso de venta así lo requerían.

El comité de empresa confía en que la manifestación de este lunes sea masiva, para demostrar que, después de tanto tiempo, los trabajadores siguen unidos y dispuestos "a luchar" para mantener sus empleos y la producción en la fábrica de aluminio de San Cibrao, la única que queda en todo el territorio nacional.

De hecho, el presidente del comité, José Antonio Zan, ha animado a todos los trabajadores a acudir a la protesta de esta tarde. "Para ser los leones que éramos. Vamos a luchar. Hasta que no tengamos algo firmado, no tenemos nada. Hay que espabilar", ha comentado, a los medios y a ellos.

"Vamos a dar la batalla y vamos a conseguirlo. Si hemos conseguido que el Parlamento y el Congreso firmasen una vez esa intervención pública temporal, ahora no le vamos a permitir a ningún gobierno que nos deje tirados", ha insistido en todas estas horas previas.

La representación de los trabajadores sigue haciendo hincapié en la necesidad de que la Sepi se implique de forma directa en la operación, mediante una intervención pública temporal de la planta, de modo que le compre la fábrica a Alcoa para, acto seguido, traspasársela a alguno de los compradores industriales interesados en hacerse con ella.

"A día de hoy, la situación de la venta es la siguiente", ha subrayado Zan, "un comprador estaría ya para firmar" el acuerdo de condiciones generales "y otro muy próximo", mientras que "otros dos compradores tendrían que negociar".

Falta por ver ahora el relato que salga de Estados Unidos.

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