El centro de acogida e inclusión de Burela cada vez tiene más demanda

Benestar ofrece apoyo al María Nazarena si amplía apartamentos para madres con hijos menores a cargo, de los que ahora gestiona dos

Una niña acompañada de una de las educadoras del centro de Burela. X.L.
photo_camera Una niña acompañada de una de las educadoras del centro de Burela. X.L.

Dos madres con hijos y una treintena de niños y adolescentes están a cargo de las Fillas do Divino Celo-Rogacionistas, que gestionan en Burela el Centro de Acollida e Inclusión Social María Nazarena, la casa de familia San Aníbal y un centro de día. A diario les preguntan si hay plaza para acoger personas en riesgo de vulnerabilidad. Ayer, durante la visita del director xeral de Inclusión social de la Xunta, Arturo Parrado Puente, recibieron el ánimo y ofrecimiento de más recursos con los que ampliar la acogida a familias con menores a cargo, un apoyo que permite a las madres una temporada de respiro para poder reemprender sus vidas.

Con o sin permiso de residencia, madres sin apoyos sociales o familiares, sin medios económicos, obtienen alojamiento y manutención. También apoyo jurídico, laboral, educativo, sanitario y social para favorecer su integración. Jesús Iglesias, coordinador de estos centros, señala que la media de estancia suele ser año y medio. El año pasado esta casa de familia, centro único de sus características en la provincia, atendió a cuatro familias (tres de origen español y una de nacionalidad colombiana), con un total de siete menores, de los que uno nació en el propio centro. Ahora son Paula y Vanesa las residentes con sus hijos en el espacio acondicionado en el bajo cubierta del centro burelés, en 150 metros cuadrados, con cocinas, salones, cuartos de baño, zonas de estar y dormitorios en cada unidad familiar.

Ayer hacía calorcito, algo que valoran estas mujeres, más acostumbradas al clima tropical que al continental mariñano, pero muy agradecidas de la acogida y del apoyo que les prestan los educadores y las hermanas de la congregación, que residen también en el edificio que dirige Martina Sendino del Olmo. Ella comenzó esta labor en el 2002 al regresar de Bolivia y por el empeño del obispo Gea Escolano. Daban así el salto desde Madrid y Barcelona a una pequeña casa. Con el apoyo de distintas instituciones como la Xunta, la Diputación o el Concello ampliaron los servicios de ayuda.

Las otras hermanas son jubiladas que colaboran en la recepción, atención telefónica o recogida de los chavales si es necesario. García Parrado agradeció su labor en el refuerzo de la red autonómica de bienestar de Burela y los concellos limítrofes, indicando que continuará el apoyo autonómico tras aportar desde 2016 unos 135.192 euros para mobiliario, equipos informáticos o mejora de instalaciones. En este mismo año la Xunta ha subvencionado con 24.168,44 euros la compra de una furgoneta para uso del centro.

Además de personal de la institución de acogida, durante la visita a Parrado lo acompañaron la jefa territorial de Benestar, Cristina Abades y la coordinadora de equipo de inclusión del Consorcio Galego de Benestar, Reyes Carid, además de Mary Fraga, presidenta de Mulleres en Igualdade de Burela (Bumei), quien lamentó que en Burela el Concello no hubiera seguido adelante con el proyecto de abrir una casa de acogida de mujeres con taller de empleo en la antigua vivienda de maestros de Os Castros. «En A Mariña, en cien kilómetros no hay una sola vivienda de emergencia», lamentó, al tiempo que destacaba la labor del Centro María Nazarena.

«Tratamos todo o que ten que ver cos nenos para que os pais se impliquen», dicen los jóvenes educadores del centro, que se turnan entre el centro de día y el San Aníbal donde viven permanentemente otros once menores que están bajo la tutela de la Xunta o que, si están tutelados por los padres, se encuentran allí atendidos. Este otro centro está en un edificio de Arcadio Pardiñas.

«Hainos que van á casa e outros non pero, ao estar residindo no centro resulta máis fácil que conserven unhas rutinas e os bos hábitos, pois ás veces basta unha fin de semana por medio para que cheguen co "reset" feito», explica uno de estos educadores.

INGRESO. Las madres deben implicarse en actividades de inclusión social o trabajar. Las solicitudes para el ingreso en el centro de acogida implican tener hijos menores y se tramitan a través de los servicios sociales del Concello de Burela o en el centro. Si llegan de otros concellos deben concertar cita previamente y aportar informes y certificados médicos, y de los menores a su cargo.

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