El Celtas de Foz le devuelve la moneda y ganó el derbi en Viveiro

El conjunto focego sigue vivo en la lucha por entrar en el grupo de ascenso siendo imperativo ganar el sábado al Pavimentos Noia
Ángel Cao con el balón durante el derbi
photo_camera Ángel Cao con el balón durante el derbi. FOTO: JOSÉ Mª ÁLVEZ

El Macrocopia Celtas le devolvió la moneda de la primera vuelta al CB Viveiro y se llevó con autoridad el derbi disputado el domingo en el Municipal vivariense (48-64). Este triunfo ha tenido un valor doble para los focenses, ya que les ha servido para quedarse con el basketaverage con su rival mariñano y también para alimentar sus esperanzas de meterse entre los cuatro mejores del grupo Norte de la Primera Autonómica. Los pupilos de Armando Otero están obligados a ganarle este sábado al Pavimentos Noia, su rival por esa plaza, y además tendrán que vencer en la última jornada en la cancha del Rosalía de Castro y que los noieses pierdan en casa ante el líder San Felipe.

Los técnicos de Celtas y Viveiro no tienen dudas a la hora de catalogar como merecido el triunfo de los focenses, luego de un derbi que comenzaron dominando los locales, pero en el que los visitantes tomaron la delantera en el segundo cuarto y terminaron decantándolo en el tercero. "Claro que foi totalmente merecida porque foron mellores. Para nós foi seguramente a derrota máis dura do ano porque, aínda que tíñamos baixas, viñamos en mellor estado ca eles e xogábamos na casa, polo que foi inesperado o resultado", reconoce Carlos Novo, el estratega de los vivarienses.

"Estamos muy contentos con la victoria porque además creemos que fue muy merecida. Quitando los minutos iniciales, en los que nos penalizó mucho el marcador pero no estuvimos tan mal, fuimos dominadores del partido. Salimos a intentar hacer nuestro juego, independientemente de lo que nos plantearan, y a dar la cara y competir, que es siempre lo que más me preocupa. Si hubiéramos perdido, habríamos salido con la cabeza alta, pero no fue así y supimos imponer nuestro juego en las dos partes de la pista", analiza Armando Otero.

Ninguno de los dos derbis respondió a la igualdad que se aguarda en este tipos de encuentros. "En Marzán, con todo lo mal que estuvimos, nos pusimos a 4 con balón cerca del final del tercer cuarto, pero después no tuvimos opciones. En Viveiro estuvimos muy solventes atrás, hubo un momento en el que veíamos que podíamos defender todo y eso nos hizo crecernos", señala Otero.

"Creo que si somos humildes y serios a Noia le podemos ganar, pero veo muy lejos todavía a Rosalía"

Por su parte, Novo lamenta que a su equipo le faltase capacidad de reacción tras el descanso. "Perdimos un pouco a perspectiva do que foi o partido, non soubemos aproveitar as nosas vantaxes e hai ocasións nas que parece que non sabemos xogar nesta liga. Eles pecháronse moito e non fomos capaces de abrir a cancha, o que nos restou fluidez en ataque. E logo o equipo non foi capaz de abstraerse de que eles tomaran unha vantaxe de 10 puntos, que non é nada en baloncesto. Faltounos capacidade para sobrepoñernos a iso",dice.

Quienes sí supieron encontrar soluciones fueron los focenses. "Somos un equipo que acostumbra a tener bastante anotación de fuera, pero estuvieron irregulares nuestros tiradores y fuimos capaces de encontrar vías alternativas repartiendo un poco más el juego entre todos y buscando la superioridad en el mejor sitio en cada momento", concluyó.

Los dos preparadores están centrados ya en las dos últimas jornadas, en las que los focenses buscarán una cuarta plaza que Armando Otero ve difícil de alcanzar. "Creo que si somos humildes y serios a Noia le podemos ganar, pero veo muy lejos todavía a Rosalía. El que llega por delante a la resolución se suele clasificar y creo que el último equipo en entrar entre los cuatro  mejores va a ser Noia, pero vamos a partirnos el pecho y a intentarlo todo".

Por su parte, el Viveiro cerrará la primera fase con dos partidos en casa ante Rosalía de Castro y Eume. "O que debemos facer agora mesmo é recuperar sensacións de cara á liguiña de descenso, volver a adestrar co ritmo que o fixemos na primeira parte da temporada e non pensar tanto nos resultados, senón máis ben en volver a sentirnos un equipo que compite os 40 minutos e non baixa nunca os brazos", sostiene Carlos Novo.

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