Caravaning que algo queda

La compra y alquiler de autocaravanas se mantiene en auge a pesar del covid, pues precisamente la seguridad que imprime viajar solo ha hecho que el descenso de sus matriculaciones no haya sido acusado. Cada vez son más los visitantes que se acercan a la comarca en estos vehículos, con áreas propias en la mayoría de los concellos
Moncho García, en su negocio en Foz. JOSÉ Mª ALVEZ
photo_camera Moncho García, en su negocio en Foz. JOSÉ Mª ALVEZ

HACER VIDA, la mayoría de las veces temporal, en un vehículo acondicionado para tal fin es apuntarse al caravaning, tan de moda como apropiarnos de palabras extranjeras, para definir la estancia en caravanas (remolcadas por un automóvil), autocaravanas (estructura montada sobre un chasis de pequeño camión o furgoneta) o cámper (furgoneta o furgón cuyo interior está adaptado como vehículo vivienda). Una apuesta por la que se han decidido muchos y que sigue en auge a pesar del covid, como cada vez se nota más en la comarca, donde estos vehículos se dejan ver sobre todo en periodos vacacionales, como pudo ser la pasada Semana Santa.

Un incremento de visitantes sobre ruedas, al que han hecho guiños casi todos los concellos de la comarca, con la creación de áreas específicas, con tomas de agua y recogida de residuos y opciones de estacionar en buena parte de ellos. Aunque no se acostumbra a hacer demasiado uso de estas instalaciones y, de hacerlo, suele ser por periodos muy breves, incluso una noche, porque buena parte de estos viajeros los son en tránsito.

Caravanista de pasión es Moncho García Chavarría, que compagina el alquiler y venta de estos vehículos con la gestión en Foz del Atalaia Camper Park, una zona exclusiva para la estancia de estas casas rodantes y donde confía poder establecerse de continuo cuando alcance la ansiada jubilación.

Las restricciones por la pandemia han hecho descender a niveles ínfimos la llegada de turistas extranjeros a la comarca

Moncho tiene claro "que hai algo que engancha, semellante ao que lle ocorre aos motoristas" y lo que podría ser furor por el negocio lo corrobora con los datos como espectador desde dentro y fuera de la caravana. "O 99 por cento da xente que proba, repite e moitos compran", asevera el empresario, que tiene claro que es "unha inversión rendible e que vas ter algo que non se vai devaluar", cuenta.

NÚMEROS. "Moitos dinme que meter 60.000 euros nunha autocaravana é algo que non van amortizar, pero eu fágolles os meus números: unha familia de catro membros que faga dúas vacacións ao anos, sen contar fins se semana e festivos, logo o recupera", cuenta.

Argumento al que suma uno no menos convincente, como es la "liberdade" que te da viajar a tu aire, sin horarios. "Tes a vantaxe de que cando vas visitar algunha cidade aparte dos sitios oficiais coñeces outros que che permiten ver cousas ás que outros non teñen acceso", asevera, sin olvidar la opción de que puedes estar en tu parcela con la tranquilidad de que no vas a ser molestado.

Tiene claro el propietario de Atalaia Camper Park "que algo de moda hai, como en todo, pero que veu para quedarse tamén é verdade" y cree que la pandemia no ha hecho sino revalorizar "un sector que xa se movía ben", pues "hai xente que prefire viaxar pola súa conta polo tema do covid". Una pandemia que tiene su parte mala, y que no es poca, pues ha reducido al mínimo el turismo extranjero, que es el que acostumbra a moverse durante todo el año y no solo en periodos vacacionales cuando la ocupación está casi garantizada. "En situacións normais deberíamos ter quince persoas cando en Semana Santa só tivemos un alemán e dous suecos, porque pola pandemia os visitantes de fóra caeron case totalmente", afirma.

Los visitantes nacionales están limitados por el momento a los de la propia comunidad y, durante las pasadas fiestas, fueron mayoritariamente de Pontevedra los que se alojaron en las instalaciones focenses, que pueden funcionar todo el año, pues están preparadas para hacerlo de forma automatizada.

Por todo ello, García Chavarría confía "en que o verán, se está aberto, vai ser bo", mientas confiesa la montaña rusa que fue el pasado, pues "ao principio dábame moita pena velo todo baleiro —en julio se confinó prácticamente a toda la comarca—, pero ao final foi moi bo. Se o que vén é como o ano pasado, eu firmo", confiesa sincero.


"Hai que alugar antes de comprar para coñecer as prioridades de cada un"

Moncho García sabe por experiencia personal que muchas de las personas que alquilan terminan comprando y, precisamente, el alquiler antes de decidirse es lo que propone para todos los clientes. "Hai que probar porque seguramente ningunha sexa perfecta e hai que ver cales son as prioridades de cada un", cuenta.

Los precios dependen de la temporada y los días, porque lo normal es que en verano se decidan por alquilar durante más jornadas. En cuanto a la compra, las de segunda mano podrían encontrarse a partir de los 30.000 euros, casi la mitad de lo que cuesta de media una nueva, "aínda que podémonos ir ao millón de euros". Una amplia horquilla en la que se encuentran auténticas joyas, "porque hai moita xente, sobre todo estranxeira, que vive todo o ano nelas", pero no hay que irse muy lejos para encontrar a auténticos privilegiados, pues dentro de la provincia se entregará en breve una que ronda los 550.000 euros.

Unas 140.000 personas tienen caravanas (extendiéndose el término a todas las modalidades) en propiedad en nuestro país, donde la compra este año se está produciendo a un ritmo inferior que el pasado, según los datos que maneja Aseicar, la asociación española de la industria y comercio del caravaning, desde donde constatan los buenos números de la pasada Pascua, en que cifran en 3.800 los vehículos reservados, buena parte de ellos por "cliente primerizo" atraído por la seguridad anticovid para ealizar pequeñas rutas dentro de su comunidad.

Un alquiler, sin embargo que ha caído un sesenta por ciento desde el inicio de la pandemia, con la única salvedad del periodo estival entre mediados de julio y mitad de septiembre de 2020, coincidiendo con el levantamiento de las restricciones.

Con respecto a las matriculaciones, la entidad cifra en este 2021 una caída del 30 por ciento, con respecto a las registradas en enero y febrero del pasado año. Un ejercicio en el que se fueron aguantando las compras de autocaravanas y camper, no así las de las caravanas. En estas últimas, se bajó de las 2.399 matriculadas en 2019 a las 1.857 de 2020, año en que se inscribieron 8.690 autocaravanas y campers, lo que supone únicamente un descenso del 3,6% con respecto a 2019.


"Los cámpings somos destinos seguros"

Belén Prado, en las instalaciones que posee en la parroquia ribadense de Rinlo. JOSÉ Mª ALVEZ
[Belén Prado, en las instalaciones que posee en la parroquia ribadense de Rinlo. JOSÉ Mª ALVEZ]
 

Muchos de los que visitan A Mariña lo hacen de cámping, cada vez más preparados para hacer la estancia en la zona inolvidable. La tranquilidad y la belleza de los paisajes cumplen con las expectativas de los usuarios de unas instalaciones que cumplen con unas rigurosas medidas covid, que los convierten en destinos seguros.

"Pasamos todo o tempo desinfectando, pero a xente cumpliu moi ben", asevera Belén Prado, gerente de Rinlo Costa Camping, que abrió sus puertas en Ribadeo hace un lustro y que aguarda con "incertidume" el verano, pues "dependemos moito da vacinación que é o que dá tranquilidade", relata.

Una tranquilidad que se espera venga acompañada de un incremento de visitas para no romper la racha de A Mariña en los últimos veranos. El del pasado año empezó como una hecatombe, pero terminó con buenos datos. "Nós en agosto traballamos igual ca no 2019, pero a verdade é que empezou sendo un desastre, porque nos matou o peche da Mariña", reconoce.

La pasada Semana Santa fue bastante buena. "Non foi unha marabilla, pero bastante pasable para os tempos en que estamos", confirma la gerente, con un lleno en cabañas y bungalows y con menos gente en parcelas, "pero é unha época na que adoita ser así polo tempo, porque se fai malo, a xente bótase un pouco para atrás no de ir de cámping", cuenta Prado.

Estas instalaciones, en circunstancias normales, estarían acogiendo a viajantes extranjeros. "Por aquí pasaron uns alemáns que levaban de viaxe dende decembro e viñan de Andalucía", cuenta en relación a las escasas visitas de foráneos; también jubilados españoles que este año no han podido desplazarse. Por ello, las pasadas fiestas acogieron a parejas y familias con niños de diversas partes de Galicia.

El Rinlo Costa es uno de los últimos campings abiertos en A Mariña. "Tiñamos que habelo feito antes", cuenta entre risas Belén, quien reconoce estar muy contenta con la apuesta. "Tamén é verdade que é un negocio moi agradecido, porque a xente vén de vacacións e vén contenta. Tamén é certo que che permite coñecer a xente de moitos sitios".

Prado constata el incremento de autocaravanistas, pero reconoce que su caso "non notamos moito o aumento, sobre todo este ano, con moitas menos co ano pasado". Es, además, un sector que en su mayoría no suele hacer paradas muy largas en estas instalaciones.

Una circunstancia que lamentan desde el camping A Nosa Casa, en Barreiros, que culpan de ello a las acampadas ilegales, pero también a la proliferación de las áreas municipales. "Nos hacen mucho daño, porque les dan todo gratis y ya no acuden a nuestras instalaciones", asevera Andrés López, quien se queja de que incluso se les permita pernoctar "cuando es algo que está prohibido en otras zonas del norte, como el País Vasco o Cantabria".

Sus instalaciones, en la zona barreirense de Reinante, están relativamente cerca de la playa de As Catedrais, "y el trasiego es constante y diario, pero son pocas las caravanas que paran en los campings", lamenta, al tiempo que se hace eco de otras quejas como las acampadas libres, el vertido a la playa de Arealonga, e incluso del anuncio del futuro muro en el espigón de Altar.

Los responsables del camping aseveran que la pasada Semana Santa "ha sido regular, más bien tirando a buena que a mala. Son unas fechas que dependen mucho del tiempo, pero este año se ha notado también la crisis, porque hay personas en Erte".

En A Nosa Casa están deseando que finalice el cierre perimetral, "porque nosotros dependemos mucho de Asturias y también confiamos en el tirón del Xacobeo por lo que esperamos que venga mucha gente a visitarnos y que sea un buen verano. El año pasado no pudimos abrir hasta el 29 de mayo", cuenta.

Este año se estrenaron a principios de abril y confían en poder estar abiertos los próximos seis meses. "Tenemos mucha ilusión, porque el pasado año fue malo", reconoce, confiando en que el turismo de camping pegue el tirón: "Nuestros protocolos covid son muy exigentes y la gente colaboró al cien por ciento, lo que es básico porque para nosotros la seguridad es lo más importante".

Máis en A Mariña
Comentarios