El coche de su vida

"Caéronme toda a vida os ollos neste Mercedes 190 2.5 deportivo"

Emilio Salgueiro cuida en O Vicedo una de las escasas y cotizadas versiones deportivas del 190E, la de culata 16 válvulas que preparó Cosworth y rivalizó con los BMW M3 E30
Emilio Salgueiro, con su Mercedes. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Emilio Salgueiro, con su Mercedes. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Audi, BMW y Mercedes siempre han rivalizado con sus coches de lujo y en lo deportivo son célebres sus codazos durante la última década del siglo XX cuando rodaban el Quattro, M3 E30 y 190E. Uno de estos últimos deslumbró precisamente a Emilio José Salgueiro que con 18 años conducía un Renault 18 GTS pero suspiraba por el que circulaba en color negro en Viveiro, sin trazas de estar muy bien cuidado. Lo tuvo de ojo bastante tiempo hasta esfumarse al fallecer el propietario. Solo hace 4 años pudo sacarse la espinita al adquirir en Madrid su preciado 190E 2.5 16 válvulas de 194 caballos. 

Una berlina de gasolina con la estrella sobre el capó pero que evolucionó como todo un deportivo capaz de medirse también con los Porsche 911de 231 CV pues en calidad y precio no andaba lejos. "Caéronme toda a vida os ollos neste Mercedes", reconoce el vicedense, que habla de las escasas unidades supervivientes de las 5.400 fabricadas por la casa de Stuttgart, y el elevado precio que poseen las evoluciones más potentes y deportivas Evo I y Evo II. "Moitos quedaron seguramente nos ralis e circuitos pero, aparte, na súa época este era un coche que valía entre oito e dez millóns de pesetas e cando vin o que custaba xa non se me ocorreu ir ó concesionario para nada".

Interior del vehículo. JOSÉ Mª ÁLVEZ
Interior del vehículo. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Aún así, la calidad de fabricación, su potencia y estabilidad lo mantienen como uno de los Mercedes más rápidos y este, a pesar de llegar bien cuidado a los 31 años, recibió con 200.000 kilómetros una restauración de pintura, tapicería, amortiguación, llantas, doble escape... que lo revalorizan como histórico. "O anterior dono andaba nel pero non o deixaba en calquer sitio pois este 190 E se o deixas de noite por aí, pola mañá xa non está", asegura Emilio.

Logró batir marcas con pocas modificaciones al completar 50.000 kilómetros sin parar, a 247 km/h de media

Si no es más conocido se debe a que por estos territorios los Ford Sierra RS Cosworth 4x4, Peugeot 205 GTi o Delta HF Integrale competían en precio para echar carreras. Pero este 190, a pesar de sus hermanos diésel y gasolina más burgueses y tranquilos, salió muy bravo. Mercedes encargó precisamente a Cosworth una culata 16 válvulas para el motor de cuatro cilindros 2.3  y lo dotó de suspensiones, estabilizadoras y llantas deportivas, rebajándolo y carenando bajos, además de meter spoiler, alerones, faldones y aletines acorde con otro ancho de vías.

Pueden resultar algo tunning o incluso choni para quien aprecie las esencias de Mercedes, sobre todo con los alerones y kits aerodinámicos del Evolution II de 235 caballos para circuito, pero resultaron muy eficaces, pudiendo alcanzarse velocidades cercanas a los 250 km/h. Era, y es, con la subida de par, caballos y cilindrada a 2.5 litros una verdadera máquina capaz de sacar los colores a muchos coches de hoy en día.

Captura

De hecho, fue el referente en el campeonato alemán de circuitos DTM y Mercedes se encargó a conciencia de probarlo y ponerlo a punto. "No seu día bateu algún récord mundial coma o de percorrer 50.000 quilómetros sen parar, a unha media de 247 km/h", dice sobre el reto conseguido con seis pilotos que se turnaron cada dos horas en el circuito italiano de Nardo. Y  fue el joven Ayrton Senna el que le sacó más jugo en una carrera mítica en Nurburgring para la que Mercedes reunió a otros como Alain Prost, Niki Lauda, Keke Rosberg, Hunt...

Por eso Salgueiro puede sacar pecho sobre el motor bajo su capó al bramar por encima de 4.000 vueltas, la suspensión neumática regulable del eje trasero que se agarra o la caja de cambios Getrac invertida. "Engrana a primeira para atrás pero adáptome moi ben con ela". Siempre le tiraron los coches con "máquina". En su garaje también luce una moto histórica la Suzuki GXR de 1992 pero coches ha tenido muchos y algunos de no muy grato recuerdo. "Onde caín mal foi cun Ford Escort diésel pois era máis lento ca unha tartaruga coxa indo marcha atrás", explica. No obstante, un Escort RS Turbo no quedaría mal en su escudería, "anque agora xa están moi caros e de momento teño ese plan aparcado".

También condujo dos Renault Laguna diésel. El primero terminó en el desguace tras saltarse otro conductor un semáforo en rojo y ahora maneja un Ford Mondeo también de gasóleo. Tuvo desde el Seat Panda al Peugeot 205, del Ford Ranger al Audi 80 o un Citroën Xsara Picasso. "Ao meu fillo Alejandro e a min nos tira a maquinaria e moitas fins de semana as botamos arredor dos coches, cos mantementos", dice. Los eléctricos no los puede ver: "Parécenme lavadoras con rodas. Presumen dunhas aceleracións moi altas pero coido que con esas saídas consumen gran parte da batería alí mesmo".

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