En compañía de animales

Belén Antolín: "Milka es mi fiel escudero, depende más de nosotros que Gordi"

Su amor por los perros le viene de siempre y los tiene desde que se independizó. Empezó con un alaska y ahora tiene una cocker setter de 15 años y su hija Milka, un cruce de diez años y tres colores . Además cuida otra perra de un vecino
Belén Antolìn y Alberto Fernández con sus perras y la de un vecino. J.Mª ALVEZ
photo_camera Belén Antolìn y Alberto Fernández con sus perras y la de un vecino. J.Mª ALVEZ

Belén Antolín Acera, vecina de Barreiros, asegura sobre los perros que le gusta "más acogerlos, adoptarlos, que comprar". Ahora tiene dos cocker. Dice que Milka "es súper bonita, llama la atención, pero no sabemos qué cruce tiene. Es igual de grande que la madre, ahora ya las tengo castradas", precisa. También tuvo acogido durante cinco años un pastor alemán de la protectora de Foz, colectivo con el que colabora.

Aconseja pensarlo bien antes de tener un perro, porque "tiene un mantenimiento, hay que pasearlo, no es un capricho, pero te aporta mogollón. Yo no entiendo la vida sin perros, es una pasada como te reciben".

Belén tiene animales desde que se independizó. Antes su padre no se lo permitía porque vivían en un piso. "El primero fue un alaska que acogí en Bilbao. Siempre he tenido dos, hasta cinco como mucho. Ahora tengo dos y cuido también una mestiza de un vecino con la que hicieron buenas migas. Son mi familia. Cuando viajo, si puedo las llevo; cuando voy a ver a mi madre o hago rutas, cada vez es más fácil encontrar sitios donde les permiten estar, aunque cobran un poco más. Solo cuando voy unos días de vacaciones las dejo con alguna persona de confianza y que tenga tiempo para pasearlas". "Las saco a diario, cuando tengo que ir al médico salen más temprano, en invierno voy por la playa y en verano estamos en el jardín, y por la tarde vamos al monte", dice.

Antolín apunta que "están mimadas, les compro chuches y regalos, pero son muy buenas, no cogen comida sin permiso". Añade que a Milka "le llamamos la mulsumana, porque no come jamón, lo escupe, todo lo demás sí". Indica que alguna vez les da alguna sobra, pero por lo general toman pienso y alguna lata de carne húmeda, pasta, arroz o patata sin sal, "que les cuezo aparte".

Belén confiesa que le gustan todos los perros, pero más los grandes. Señala que Gordi anda "a su bola". "Dicen que a los niños les encantan, pero a ellos no les gustan los niños, porque son nerviosos, aunque creo que esta ha salido más a setter, es cazador; en el monte se pega caminatas de tres o cinco horas, ahora tiene algo de sequedad en los ojos, pero está estupenda, y la hija es muy tranquila, no se despega de mí, es mi fiel escudera, de cocker solo tiene las orejas", indica.

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