Seis hermanos y una alma

La joven que tiene en acogida a los cachorros de Alma, la perra que falleció por maltrato en Chantada, y la Asociación Protectora de Animais Valadouro Alfoz se encargarán de gestionar las adopciones, que no se iniciarán hasta dentro de dos o tres meses

El día a día en casa de los seis cachorros de Alma, la perra que falleció a causa de las heridas que le provocó un disparo efectuado por un vecino de Chantada el pasado 30 de noviembre, es un sinfín de agudos ladridos, de saltos, de pequeñas mordidas entre hermanos y de sueño plácido cuando los juegos tocan a su fin.

Alma, Kinder, Kenai, Temis, Cíes y Doa, los nombres con los que los bautizó Tamara, la joven que los mantiene en acogida en su casa de Vilalba, y los miembros de la Asociación Protectora de Animais Valadouro Alfoz, el centro autorizado por la Xunta de Galicia para gestionar los trámites de adopción, disfrutan de una rutina en la que continuarán durante unos "dous meses e medio ou tres máis", apuntan desde el gobierno autonómico. Se trata de un período durante el cual recibirán las vacunas oportunas para su edad —les quedan dos por recibir—.

En ese mismo espacio de tiempo concuerda Tamara, quien se mantiene firme en "no fomentar las adopciones en Navidades, porque los perros no pueden ser regalados como si fueran juguetes".

La protectora y la joven vilalbesa seguirán, conjuntamente y "con lupa", cada adopción, avanza Tamara, ya que al tratarse de un caso mediático "podrían quererlos solo por ser 'hijos de' y después dejarlos". En este sentido, afirma que es "mucha" la gente entregada a este caso, pese a que numerosos canes, de todas las razas y edades, continúan en refugios aguardando por una familia.

Los cachorros fueron bautizados por Tamara y miembros de la protectora como Alma, Kinder, Kenai, Temis, Cíes y Doa

RUTINA. Distinta suerte corren los seis pequeños de Alma que siguen, mientras no se pongan en adopción, bajo los atentos cuidados de la vilalbesa, quien recuerda que todos ellos están "en perfecto estado y hechos unas bestias pardas" después de pasar nueve días —desde el 11 hasta el 20 de diciembre— ingresados en la clínica Rof Codina de Lugo.

"Cuando llegué a casa vi a uno más apático de lo normal, así que los llevé a todos al veterinario", relata Tamara. "Ese era el único que iba con síntomas y dio positivo en Parvovirus aquel mismo día, por lo que quedaron todos en la clínica por prevención, al ser miembros de una única camada. Al final resultó ser un falso positivo", cuenta sobre una enfermedad que con frecuencia es letal para los perros.

Además, denuncia que durante esos días la información le llegaba "a cuentagotas" y no le estaba permitido verlos al estar en aislamiento, mientras que "hubo gente que hizo mucho daño filtrando fotos de los propios cachorros en el interior de Rof Codina".

Las imágenes de los seis pequeños de Alma retratados por la propia Tamara, su nueva alimentación a base de pienso que degustan en sus comederos personalizados, o las juergas que comparten con su humana se pueden seguir en la página de Facebook Con alma y corazón y, aunque en ella transmitan una imagen de "bueniños, ¡para nada!", bromea la joven, quien prefiere "tenerlos un año y no dárselos al primero que pase". Y es que los seis cachorros, al fin, gozan del calor de un hogar después de "llegar en unas condiciones pésimas", recuerda la vilalbesa, quien agradece el "excelente trabajo" que realizó el veterinario que los atendió en un primer momento en Chantada.

El refugio quedó arrasado tras el paso de Fabien, por lo que solicitan donativos y casas de acogida

PROTECTORA. Por su parte, el centro que se encargará de gestionar y cribar las adopciones, la protectora de O Valadouro Alfoz, continúa en unas condiciones muy delicadas después de que el temporal Fabien arrasara sus instalaciones por completo el pasado sábado 21.

Tamara, que es voluntaria en esta entidad, hace hincapié en que es el refugio el que necesita más ayuda ahora mismo, especialmente de carácter económico y en forma de casas de acogida para los cerca de 20 animales que había en el centro. "Algunos los tienen en residencias que hay que pagar y ya no pueden coger ninguno más", describe sobre una situación que califica de "desesperante". Por ello, desde la protectora habilitaron una cuenta bancaria en la que, cualquiera que lo desee, puede realizar su aportación (ES62 2080 0117 1530 4000 9618).

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