Roban una treintena de capones en una explotación de Vilalba

“Es un disgusto, llevas alimentándolos mucho tiempo, y fue una sorpresa total. Mi padre cebó toda la vida y nunca nos faltó nada, nunca se recuerda un robo así”, explica una criadora

Capones en exposición durante la feria. (Delegación)
photo_camera Capones en exposición durante la feria. (Delegación)

Sorpresa en Vilalba por el robo de una treintena de capones en una explotación de la parroquia de Torre, cuando se indica la cuenta atrás para la feria, que este año se celebrará el 21 de diciembre.

“Es un disgusto, llevas alimentándolos mucho tiempo, y fue una sorpresa total. Mi padre cebó toda la vida y nunca nos faltó nada, nunca se recuerda un robo así”, explica una criadora que vio como el número de sus aves descendía drásticamente de la noche a la mañana.

“Se llevaron 31 y nos quedan 45. Eran todos de la misma manada, pesaban entre seis y siete kilos”, explica esta vecina de Vilalba, que asegura que no escucharon nada.

“La nave con los animales está al lado de la carretera, entre el restaurante El Bosque y Casa Maragata, y nuestra casa está a unos 500 metros”, explica la criadora, que asegura que al menos tuvieron que participar dos o tres personas para conseguir llevarse a todos los animales.

El robo se produjo en la noche del miércoles y ellos se percataron el jueves por la mañana cuando un albañil que pasaba por allí los avisó de que la puerta estaba forzada. “Los compramos en junio y ya los teníamos todos vendidos, a 100 euros por capón, e iban para León, Valladolid y otros muchos lugares”, dice, mientras explica que intentarán cubrir las ventas con la ayuda de otros compañeros criadores y acelerando el proceso con los capones que les quedan.

“Tenemos gallinas también, pero fueron a los capones directos”, dice, mientras baraja las distintas posibilidades. “Creo que fue alguien que sabía que criábamos”, dice, y asegura que la salida para los capones robados son dos: “o los venden por ahí o los matan y los guardan para comer”.
Para proteger al resto, por si acaso, ya pusieron alarma y cámaras.
 
“Roubos como na postguerra”. El gerente de la asociación de criadores del capón, Gonzalo Hermida, también mostró su sorpresa ante este robo. “É a primeira vez que pasa”, indicó, al tiempo que cifró en unos 1.800 los capones que se están criando en Vilalba este año, una cifra similar a la de años anteriores. “Estamos estabilizados”, dijo. También en el número de criadores, 57 en total, ya que este año no se sumó ninguno nuevo.
“Os capóns roubados pódenos vender nalgunha feira por aí lonxe, como polos de corral, sen especificar moito, pero na Feira do Capón de Vilalba está claro que non. Eso está super controlado, e todos indentifícanse para entrar no recinto”. “E senón para o conxelador. Volvemos aos roubos dos anos da postguerra. Estamos sorprendidos, pero igual que cando rouban chourizos e a carne da matanza nas casas”, expresó.
La matanza de los capones se realiza uno o dos días antes de la feria. 

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