El pintor coruñés Óscar Cabana, con una obra que recoge una estampa urbana de Lugo, es el ganador del XXXII Certame Galego de Arte, dotado con 1.500 euros de premio y organizado por el centro cultural José Domínguez Guizán dentro de la programación de O Nadal en Begonte, que esta Navidad conmemora además el 50 aniversario del belén electrónico.
El jurado, formado por la jefa territorial de Cultura en Lugo, María José Gómez; la directora del Museo Provincial de Lugo, Aurelia Balseiro; los pintores Manuel Gulín y Gonzalo Sánchez Folgueira; y Xulio Xiz, en representación de la entidad convocante, eligió "por unanimidade" la obra Avda. da Muralla, destacando además "a alta calidade" de todas las participantes en esta edición del veterano concurso.
"Estoy muy contento, es una buena manera de empezar el año, como un regalo de Reyes adelantado", explica el artista premiado, Óscar Cabana, especialmente satisfecho porque, pese a contar en su haber con numerosos reconocimientos, llevaba varios años sin presentarse a ningún certamen.
Cabana: "Soy arquitecto y pinto ciudades, me gustan las calles, los coches, los pasos de cebra... La arquitectura me inspira"
Sin embargo, por una de esas extrañas casualidades, vio la convocatoria de Certame Galego de Arte, cuya existencia desconocía y al que por lo tanto no se había presentado nunca, y recordó que tenía un cuadro sobre Lugo que le parecía apropiado para concurrir a la convocatoria y decidió enviarlo, conquistando al jurado con una obra que además refleja perfectamente su estilo.
"Soy arquitecto y siempre pinto ciudades, me gustan las calles, pintar cosas como los coches, los pasos de cebra... La arquitectura en sí me inspira y suelo pintar mucho A Coruña y las ciudades por donde voy", precisa Óscar, que apunta a que Avda. da Muralla es fruto de su paso por Lugo hace un par de años.
Es además fiel a su línea de trabajo, una creación en blanco en negro salpicada por el rojo, tal y como precisa el propio autor, quien durante años compaginó profesionalmente la arquitectura con la pintura hasta que hace unos cinco apostó por centrarse en la segunda.
El día 29 de este mes prevé acudir al centro cultural José Domínguez Guizán a recoger el premio y visitar con sus hijos el belén electrónico. Porque Óscar Cabana puede que no supiese del certamen al que su nombre ya está ligado de forma permanente, pero sí tenía recuerdos de infancia asociados al nacimiento, del que disfrutó con su madre.
