Un oasis de agua azul y pasado negro

Hace 13 años Endesa echaba el cierre definitivo a la mayor mina de lignito de Galicia, después de 31 años de explotación y 260 millones de toneladas de carbón extraídas. Era el inicio del cambio fisonómico de As Pontes, una villa que pasó de minera a turística gracias a un enorme oasis de agua azul y pasado negro.

Ese inmenso lago -el más grande de España y uno de los de mayores dimensiones de Europa-, creado para regenerar medioambientalmente el gran hueco minero y cuyo proceso de inundación se inició en enero de 2008 y finalizó en abril de 2012 -recibe continuamente aportaciones de los ríos Illade, Meidelo y Maciñeira y de los arroyos Uz y Chao, además de las aguas de escorrentía de la escombrera exterior y precipitaciones que caen sobre el mismo-, es hoy su principal reclamo turístico, el que moviliza a cientos de personas a lo largo de todo el año.

Y lo será si cabe un poco más gracias a que este verano su playa, de 430 metros de longitud -el lago también cuenta con dos islas ideadas para facilitar la implantación de la fauna y la flora en el entorno, una de ellas, Santa Bárbara, lleva el nombre de la patrona de los mineros-, lucirá por primera vez la bandera azul, siendo el primer arenal de interior de la provincia de A Coruña y el segundo de toda Galicia -el primero fue la playa fluvial de A Calzada, en Ponte Caldelas (Pontevedra)- que recibe este distintivo de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac).

"Este recoñecemento sitúanos no mapa internacional do turismo, marca un punto de inflexión para o noso municipio e implica converter a praia nun símbolo de eco-calidade turística recoñecido en máis de 60 países de todos os continentes", afirma la concejala de turismo, Elena López, recordando que el galardón compromete al Concello pontés a mantener unos «estándares de calidad" y a someterse también "a esixentes protocolos de seguimento e avaliación" con el fin de ofrecer lo mejor a los visitantes.

Lo mismo que tendrán que hacer las 110 playas de Galicia que este año contarán con la bandera azul, un distintivo que viene a sumar y a engrandecer más las cifras de un lago artificial que ha sido en los últimos años epicentro de casi todo en As Pontes.

EVENTOS. Desde la apertura de la zona de baño el 20 de agosto de 2012 -el espacio se había inaugurado en mayo con una visita del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo- han sido cientos los actos y eventos que han acogido o contemplado las aguas del lago pontés, que cuenta con una superficie de 865 hectáreas, un volumen de 547 hectómetros cúbicos y una profundidad máxima de 206 metros.

Un campeonato autonómico de vela de clase Vaurien fue, en mayo de 2013, el primer evento deportivo que se celebró en este enclave, que también ha acogido pruebas de windsurf, triatlón -se celebra el único distancia Ironman de toda Galicia-, piragüismo, voley-playa o traineras.

También ha sido protagonista de varios trabajos fotográficos y audiovisuales. Desde 'Azul y verde sobre negro', de José Antonio Vallejo, que mostraba cómo fue transformándose el entorno de la mina en lago, a 'Saír a flote', de Andrea Cazás, pasando por 'A ceo aberto', de Tonete López.

Y también dio el salto a la pequeña pantalla en 2020, cuando se estrenó La Unidad, serie del monfortino Dani de la Torre, que empleó el lago como localización para grabar varias escenas, entre ellas una gran persecución en helicóptero. Una prueba más de las mil posibilidades del oasis pontés, que es ya más azul que negro.