Natalia Monje: "La gente ha hecho cosas espantosas movida por el pavor, la ira o el fanatismo"

La periodista y colaboradora de 'Cuarto milenioestará el 14 en As Pontes para presentar su libro 'Mala cosecha', una obra que recorre la memoria de España y habla de misterio y esas historias que superan la ficción
Natalia Monje. EP
photo_camera Natalia Monje. EP

La periodista Natalia Monje, colaboradora de Cuarto milenio, presentará el día 14 en el Museo Etnográfico Monte Caxado de As Pontes su libro Mala cosecha, una obra que mezcla historia, misterio y periodismo. 

¿Qué ofrece al lector?

Cuenta cómo el miedo ha transformado la historia de la humanidad, y lo cuenta desde las vidas atormentadas, miserables, despreciables, perseguidas... de las personas que han irradiado las grandes corrientes de terror colectivo, y sus funestas consecuencias: las cosas espantosas que la gente ha hecho movida por el pavor, la ira y el fanatismo. El libro recorre la memoria de España desde la Edad Media hasta la actualidad para rescatar las existencias olvidadas de los verdugos, mercaderes de sangre humana o brujas y descubre que las personas que han despertado los grandes terrores colectivos no fueron las más poderosas, sino gente común. 

¿Qué hay de realidad? 

Cada uno de los casos es plena realidad, aunque con el paso del tiempo se hayan transformado en leyenda, como el hombre del saco o el sacaúntos. Combiné mucho rastreo de archivo con trabajo de campo, cruzando técnicas de investigación histórica, antropológica y periodística y fui de sorpresa en sorpresa. Leer directamente de la voz de un bebedor de sangre de niño decir que lo que hizo se debió «a esa mala hora que los hombres suelen tener» resulta escalofriante. O descubrir cómo una mujer fue sometida a brutales exorcismos por intentar divorciarse de su esposo. Tenemos la suerte de que se conservan las voces y las vivencias de algunas personas que encarnaron el mal. 

¿La realidad supera a la ficción?

¡Cada día! Tal vez sea un tópico, pero, fuera del género fantástico, es muy complicado escribir algo de ficción que no haya sucedido ya. La existencia humana es tan diversa, multitudinaria y, ahora, tan conectada, que podemos vivir en el perpetuo asombro sin salir de lo que llevamos de siglo. 

Ganó el IX Premio Internacional de Divulgación Histórica Juan Antonio Cebrián. ¿Qué supone? 

Llevo años dedicándome a la comunicación de temas históricos y antropológicos y es todo un honor que mi primer libro haya recibido un premio tan relevante.

¿La gente está dispuesta a creer o todavía hay muchos tabús? 

El pensamiento mágico ha marcado las mentalidades de nuestra especie durante un larguísimo periodo, tal vez haya acompañado al homo sapiens durante todo su periplo. Haciendo trabajo de campo en Galicia y Canarias, entre 2010 y 2018, entrevisté a decenas de personas mayores que conservan la memoria honda de la brujería, el mal de ojo, los poderes sobrenaturales: sus creencias y temores son sólidos, independientemente de que la causa sea real o percibida. Todavía durante parte de la infancia mantenemos y alimentamos supersticiones: hay lugares que ‘nos dan suerte’, rituales que repetimos para que no ‘suceda nada malo’. Pero sí existe tabú con la historia de lo macabro. Aún tiene un largo camino por recorrer. 

¿La historia que más le impactó? 

Todos los casos de Mala cosecha están ahí porque me impactaron, porque en su excepcionalidad explican mucho sobre quiénes fuimos. Me ha causado una mezcla muy rara de emoción y espanto un fenómeno desconocido de la España del XIX: la caza popular de brujas que se desató ante el espanto de la intelectualidad de la época, horrorizada al ver que un país en el que muchos habían luchado por acabar con la Inquisición se dedicase a asesinar a ancianas con la convicción de que eran aliadas del diablo. Sabemos lo que sucedió en el Salem del XVII pero hemos olvidado multitud de casos, mucho más cercanos, de agresiones y asesinatos colectivos de mujeres que tenían fama de hechiceras y que permanecen en la prensa de la época y los procesos judiciales. 

En Cuarto milenio narró el caso de la bruja de Triabá, en Castro de Rei, a la que quemaron viva. 

En Triabá la gente habla de este caso bajo cuerda, y es razonable: las familias implicadas siguen viviendo allí. ¿Era esta mujer percibida como bruja? La prensa de la época habla de una maldad diabólica. Esto, posteriormente, en la memoria oral ha trascendido como brujería. No olvidemos que María Fernández, a través de conocimientos, mañas y alianzas que no estaban al alcance de cualquiera, conseguía arrebatar a sus vecinos la propiedad de tierras y otros recursos. La historia está plagada de casos que muestran que no hace falta ser bruja, sino parecerlo. Mala cosecha recoge el caso de Dolores, una mujer de un pueblo de Cáceres que consiguió hacer creer a sus vecinos que era capaz de causarles daños espantosos... y la cosa acabó muy mal.

En la provincia de Lugo, ¿hay algún crimen o suceso que destacaría?

Mala cosecha arranca con el caso del boticario Montenegro, de mediados del XIX en Viveiro. En la localidad se extendió el rumor de que los farmacéuticos asesinaban a personas para extraerles la grasa y elaborar medicamentos con ella. Como entonces no había Twitter ni Whatsapp, el bulo se extiende a golpe de boca oreja y pasquines anónimos. Hoy nos puede parecer una acusación extrema, pero partía de un poso real: a lo largo de los siglos, fluidos y trozos del cuerpo humano se habían utilizado profusamente como supuestos remedios de muchas enfermedades. Es un caso que nos demuestra cómo se extienden los rumores y cómo pueden paralizar a una comunidad y arrojarla al borde del motín y la violencia. Nada que no veamos también hoy, que estamos bombardeados de desinformación con intención ideológica. 

¿Y en la comarca de Terra Chá? 

En el libro no aparece ninguno, pero en el capítulo ‘Monstruos humanos’, como se denominaba desde el XVI hasta el XVIII a las personas que nacían con deformaciones muy graves, a los hermafroditas o a los siameses, bien podría haber incluido la trágica historia de la niña Virtudes, de Cospeito, que como otros niños con profundas discapacidades, en pleno siglo XX vivió encerrada en la casa familiar y en el infame ‘manicomio’ de Castro de Ribeiras de Lea. Sus padres hablaban de ‘maldición’. 

"En el rural las historias de misterio se conservan mejor; los ritmos son otros, los vínculos también"
Colaboró en el programa A lareira das mouras de la radio local. ¿Qué opina de estas iniciativas?
Me han entrevistado una vez o dos. Los medios locales juegan un papel imprescindible en la difusión del patrimonio inmaterial.
Natural de A Coruña, ¿conoce la localidad o es su primera vez? 
He visitado mucho la zona rural.
Escribir es... 
Descubrir y disfrutar. 
¿Cuál es el peor monstruo? 
El acaparador de recursos.
¿Cree en la vida extraterrestre? 
No tengo duda de que es posible, otra cosa es que sea contemporánea a nosotros.
¿Es supersticiosa? 
En absoluto.
Las meigas, ¿habelas hainas?
Solo puedo asegurar que existe la creencia en ellas.
¿A dónde puede llegar la maldad? 
A lo peor que pueda imaginar.  
¿Hay muchas barreras o tópicos frente al misterio?
El misterio está en todo, es una forma de acercarse a la realidad. Sin misterio no hay ciencia: ¿qué es sino preguntas nuevas? 
En el rural, ¿las historias de misterio se enraízan más? 
Se conservan mejor. Los ritmos son otros, los vínculos también.
De Iker Jiménez destacaría... 
Su entusiasmo contagioso.
¿Más proyectos en mente?
Muchos. ¡Encontrar tiempo para asumirlos va a ser complicado!

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