Muere Domingo Lodeiro, exdirector del Ceip Lagostelle de Guitiriz

Los más allegados despidieron este domingo al histórico docente, que fallece a los 66 años
Domingo Lodeiro. EP
photo_camera Domingo Lodeiro. EP

Familiares y, sobre todo, muchos amigos despidieron este domingo a Domingo Lodeiro Cendán, profesor jubilado natural de Vilalba y que ejerció durante casi una década como director en el Ceip Lagostelle de Guitiriz. Su repentina muerte a los 66 años dejó a todos los que lo trataban, que no eran pocos, un profundo vacío, porque si por algo destacaba Domingo era por su carácter cercano, amable, entrañable y extrovertido, que le llevó a forjar grandes amistades allá por donde pasó.

Oriundo de la parroquia de Noche, donde vivía con su madre, estudió Magisterio en Lugo y, después, la vida lo llevó a Pontevedra, donde pasó varios años, aunque siempre que podía se escapaba a su casa natal. La vida nuevamente lo trajo a cerca de Vilalba, y durante dos años trabajó como inspector de Educación en Lugo, antes de concursar para ocupar el cargo de director en el colegio guitiricense, donde se jubiló el año pasado.

Allí dio rienda suelta a su gran pasión, la enseñanza. Y se la supo contagiar al resto del profesorado, al que transmitía seguridad con su veteranía y experiencia, formando una piña, un equipo, una familia, en definitiva, ya que todos se sentían como en casa trabajando juntos.

Profesor de ciencias y plástica, le encantaba trabajar en el huerto escolar e implicar a los alumnos, con los que se entendía muy bien. Fruto de ese trato cercano, esos buenos sentimientos y recuerdos hacia el que fue director del Ceip Lagostelle quedaron reflejados en el trabajo Domingo visto polos nenos, en el que cada alumno realizó un dibujo suyo y le dedicó unas palabras como homenaje cuando se jubiló, para hacérselo llegar de forma digital en el curso escolar más atípico, a causa del coronavirus. El destino, siempre caprichoso, quiso que Domingo no pudiera ver este proyecto impreso, tal y como estaba preparado para entregárselo esta semana en un acto de despedida con los escolares, ahora que la desescalada lo permitía.

Sí pudieron hacerle el verano pasado un pequeño tributo sus compañeros, esos que ahora lamentan la pérdida de una persona muy querida no solo en toda la comunidad educativa guitiricense, sino también en el propio pueblo.

Docentes, amigos, compañeros de partidos de tenis y muchas otras personas que lo conocían arroparon este domingo a sus hijos Lucía y Adrián, a su madre Amparo y su hermana Angustias, que seguro sintieron de vuelta todo el cariño que Domingo dejó repartido en su paso por la vida.