Inauguración de la exposición 'Hombres y barcos' en Vilalba

La muestra, que puede verse en la casa de la cultura hasta el día 20, recoge más de 60 fotografías históricas de la Marina Española, desde 1850 a 1935, y aborda aspectos como los arsenales y astilleros, las tripulaciones, los viajes y acontecimientos o los buques
Conferencia de Bartolomé Cánovas en la inauguración e 'Hombres y barcos'. C.PÉREZ
photo_camera Conferencia de Bartolomé Cánovas en la inauguración e 'Hombres y barcos'. C.PÉREZ

La casa de la cultura de Vilalba acogió este martes el acto inaugural de la exposición 'Hombres y barcos. Fotografía de la Marina Española (1850-1935)', una muestra promovida por la Subdelegación de Defensa de Lugo que podrá verse hasta el día 20 y que recoge más de 60 imágenes históricas del archivo fotográfico del Museo Naval, tanto de astilleros o arsenales como de buques, pasando por viajes o retratos.

El acto inaugural contó con la presencia de la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez, y la alcaldesa de Vilalba, Elba Veleiro. "O mar sempre o levo no corazón", aseguró la regidora recordando sus orígenes en Vilagarcía de Arousa, deseando que esta "magnífica exposición" ayude a "rachar barreiras" entre la población civil y el mundo militar y ayude a conocer mejor la Armada.

Por su parte, el subdelegado de Defensa en Lugo, el capitán de navío Fernando Brinquis, agradeció la asistencia del numeroso público presente, por ser "la razón de ser de esta exposición" y la buena disposición del Concello de Vilalba para acoger una colección que busca "dar a conocer las fuerzas armadas" y que espera poder llevar a "las principales localidades lucenses".

Brinquis se encargó además de repasar el "abultadísimo" currículum y las múltiples distinciones del capitán de navío Bartolomé Cánovas, director del Museo Naval de Ferrol, quién ofreció una conferencia sobre las gentes de la mar.

El director del Museo Naval de Ferrol disertó sobre lo cotidiano de la navegación, como la alimentación, la higiene o los tatuajes

Cánovas empezó recordando el naufragio en la costa de Viveiro de la fragata Magdalena y el bergantín Palomo, tragedia sobre la que escribió un libro. "Viveiro se portó de impresión, fue un ejemplo a seguir", destacó sobre la reacción de la población ante el hundimiento de una fragata construida en Ferrol, además de recordar la historia de algunas de las víctimas.

El director del Museo Naval ferrolano centró su intervención en la vida a bordo de los barcos, ya que, según precisó, se suelen contar las batallas, las victorias y las derrotas, pero no la cotidianidad de la navegación. Y se remontó a la época de los barcos de vela, ya que hoy en día la diferencia con la vida en tierra es mínima.

Asegurando que el mar es bonito, pero "hostil", detalló cuestiones como que los tripulantes comían y dormían junto a los cañones, y que eran necesarias diez personas para manipular cada uno de ellos. Las levas, los tatuajes, la iluminación, la higiene o los cuidados médicos a bordo son algunos de los temas sobre los que disertó, así como la falta de una alimentación equilibrada, que podía derivar en enfermedades como el escorbuto, o los trucos para conservar la comida, tales como usar un pescado muerto para atraer a los gusanos y que no fuesen al pan, llevar animales vivos para sacrificarlos cuando fuese necesario, o beber vino por lo difícil que era contar con auga potable.

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