Gustavo Nieves, el vilalbés de los cinco Juegos

El deportista paralímpico inicia la cuenta atrás para preparar su participación en Tokio 2020, donde peleará por conquistar su primera medalla en la modalidad de maratón
Gustavo Nieves, en una competición. MIKAEL HELSING
photo_camera Gustavo Nieves, en una competición. MIKAEL HELSING

Gustavo Nieves (Vilalba, 1982) es el chairego de los cinco Juegos. Con esfuerzo, trabajo y mucha preparación ha logrado acudir ya a cuatro citas paralímpicas, que se convertirán en cinco en 2020, cuando vuele a Tokio con la ilusión y las ganas de conquistar su primera presea en la modalidad de maratón.

Nieves se inició en el mundo del atletismo en el año 1998 "a raíz del problema de vista", cuenta un joven que hasta entonces solo le había dado patadas al balón como muchos otros de su edad.

"Fue todo muy rápido. Empecé a destacar sin discapacidad. Después contacté con la Once y casi sin darme cuenta ya me había clasificado para los primeros Juegos", relata Gustavo Nieves, que dio esas primeras carreras junto al Real Club Celta Atletismo, una institución a la que sigue vinculado, aunque actualmente reside en Madrid.

Allí estuvo durante años preparándose para las citas europeas, mundialistas y olímpicas -empezó compitiendo en 5.000, después se pasó a los 10.000 y ahora hace maratón- en la Joaquín Blume, una residencia que dejó atrás "para vivir fuera y compaginar el deporte con el trabajo".

"Los primeros Juegos fueron quizás los menos especiales. Fue muy rápido, demasiado fácil...", recuerda Nieves, que poco a poco vio cómo el "deporte paralímpico se iba profesionalizando".

"Al principio era la Once la que tiraba del carro y el nivel de España era muy alto con respecto a otros países, pero ahora nos estamos quedando atrás, hay una clara desventaja por la falta de ayudas, medios, apoyos...", critica el atleta, quien cree que la falta de implicación se nota especialmente "en los deportes minoritarios".

"Somos potencia mundial en el baloncesto femenino o en piragüismo, por ejemplo, pero si se consiguen los triunfos es por méritos propios de los deportistas no por las ayudas que reciben, que cada vez son menores", denuncia Nieves, quien también consiguió su plaza para Tokio de manera heroica. En este caso no por la falta de apoyo, sino por una grave lesión.

Tres semanas antes de la cita mundialista el cartílago de su rodilla se rompió, pero tenía que ir. "Sabía que debía correr con dolor, que tenía que aguantar y que al acabar ya me iba a operar. Y salió bien", afirma Nieves, que logró el mejor cuarto tiempo consiguiendo la última plaza de las que otorgan el billete para Japón en la categoría T12 (discapacidad visual).

Ahora le quedan unos cuantos meses por delante para preparar su quinta participación en unos Juegos Paralímpicos, en los que por encima de todo espera "poder disfrutar". "Está claro que el objetivo es pelear por las medallas, estamos entre los favoritos, pero si hay algo que quiero es que la preparación vaya bien, sin problemas ni lesiones, y que pueda disfrutar de la carrera", pide el atleta vilalbés, un ejemplo de superación.

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