Siete diferencias idénticas

Ana y María Purriños Paz llevan 21 años unidas. Sus vidas han seguido un curso paralelo casi sin desearlo desde que nacieron

María y Ana Purriños, en la Alameda vilalbesa. M.M.
photo_camera María y Ana Purriños, en la Alameda vilalbesa. M.M.

VIVEN PEGADAS desde hace 21 años a un espejo humano. Se miran y sonríen. Una inicia las frases y la otra las completa. El vínculo es tan grande entre Ana y María Purriños Paz, dos jóvenes mellizas de la parroquia vilalbesa de Sancovade, que sus vidas han seguido un curso paralelo casi sin desearlo. Encontrar las siete diferencias resulta una misión imposible, aunque ellas defienden que no se parecen tanto.

"Desde pequeñas nos dicen que somos idénticas, pero yo la miro y creo que no nos parecemos", comenta Ana, mientras María asiente y recuerda cómo su madre les contaba que cuando eran bebés las diferenciaba por la forma de llorar. "Decía que parecía que nos poníamos de acuerdo. Una lloraba la mitad de la noche y la otra la otra mitad", explican entre risas, mirándose constantemente, como buscando aprobación.

Precisamente en el nacimiento está la primera de las siete diferencias. "María nació dos minutos antes y yo estuve más tiempo en la incubadora", relata Ana, haciendo hincapié en que con el estirón típico de la adolescencia su hermana creció "dos centímetros más". Y ya van dos diferencias también.

Comparten carrera, aficiones y expediente académico, aunque ellas defienden que no se parecen tanto

Llegar a la tercera resulta tarea compleja, cuando las jóvenes se ponen a hablar de estudios. "Las dos nos decantamos por las ciencias y yo elegí primero Ingeniería de Telecomunicaciones", explica Ana, mientras María confirma que decidió seguir los pasos de su hermana "al saber las salidas profesionales que tenía". Lo curioso es que las dos obtuvieron la misma media en Bachillerato y superaron la selectividad con idéntica nota.

"La verdad es que es llamativo, porque no teníamos las mismas notas ni en primero ni en segundo, pera la media era exactamente idéntica", cuentan, avanzando las que serán la cuarta y la quinta diferencia.

Después de tres años en Vigo, compartiendo aulas, residencia e incluso habitación, han decidido elegir especialidades diferentes. "Yo estoy haciendo Electrónica y Ana, Imagen y Sonido", explica María, confirmando que tienen intención de hacer prácticas este verano y separarse "por primera vez". "Nunca hemos estado lejos la una de la otra, pero ya tenemos ganas, así no discutiremos tanto", aseguran entre risas.

Las dos obtuvieron la misma media en Bachillerato y también superaron la selectividad con idéntica nota

"También pedimos un Erasmus para el curso que viene. La idea era solicitarlo las dos juntas para tranquilidad de mi padre, pero al final yo pedí para Polonia y mi hermana para Italia", indica Ana, mientras María explica que esta será una buena oportunidad para "no estar siempre en el mismo círculo de amistades".

En aficiones y gustos, las vilalbesas también parecen una única persona. "Escuchamos la misma música, tocamos las dos la pandereta con Andrade y bailamos en la Escola de Movemento desde hace muchos años", explican, intercambiando de nuevo miradas y sonrisas.

¿Y vuestro color preferido? "¡Ahí también hay diferencia!", gritan al unísono. "María prefiere el verde y yo el violeta", dice Ana, afirmando que le encantan "las fresas, las aceitunas y los tomates y mi hermana los odia".

Llegan a las siete y respiran. "Ves, no nos parecemos tanto", dicen convencidas. Quizás los parecidos dependan solo de aquel que mira.

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