Denuncia por el continuo abandono de terneros muertos en Castro de Rei

Los cadáveres llevan años apareciendo en caminos públicos en Bazar, cerca del río Miño. Los vecinos exigen a las autoridades que actúen y el Concello asegura que no tiene competencias

Animales localizados cerca de un camino público de Bazar. EP
photo_camera Animales localizados cerca de un camino público de Bazar. EP

Vecinos de Castro de Rei denuncian el continuo abandono de terneros muertos en caminos públicos de la parroquia de Bazar, una situación que se repite desde hace varios años y que supone, alertan, un peligro para la salud pública y un foco de infecciones.

Los vecinos, que se muestran "fartos e cansos" de esta práctica ilegal, critican que no se tomen medidas y exigen a las autoridades que actúen y que se abra una investigación para saber quién es el responsable.

"Dende hai tres anos repítese esta situación. Unha vez cada tres ou seis meses temos que atopar isto cando saímos pasear", critica una vecina que vive a un kilómetros de la zona que se ha convertido en una especie de intermitente depósito ilegal de animales muertos, situada cerca de la carretera que va desde el cementerio al barrio de A Veiga, en Bazar.

"Sempre son crías de vacas frisonas, que ou ben nacen mortas ou morren ao pouco de nacer, e non están identificadas", explica esta vecina, que este martes alertó al Concello tras encontrar dos animales muertos en una cuneta, a "escasos 200 metros do río Miño", señala como otro riesgo.

"Nós recollémolos e levámolos a destruír, non podemos facer máis", confirmó este martes el edil de ferias, Roberto Lorenzo

En esta ocasión, al lado de los animales, también encontraron una bolsa y material, como guantes y papeles, que podría haber sido utilizado en un parto. "Non tocamos nada, pero danos a impresión de que na bolsa hai outra cría", dice la vecina, que explica que es una zona en la que no hay casas próximas.

"Xogan con iso. Teñen que ser animais dunha explotación, pero non creo que sexan dunha da zona, a nigunha delas lle interesa", dice esta vecina, mientras muestra su frustración. "É un delito contra o benestar animal, contra a saúde dos veciños e contra a contaminación do lugar. Se ninguén nos fai caso que a xente polo menos saiba o que está pasando, e que os veciños estamos preocupados", añade.

DENUNCIAS. No fue la única, pero en su caso, esta vecina ya formalizó tres denuncias ante la Guardia Civil —una por internet y dos en persona— y alertó en numerosas ocasiones al Concello. "Tamén chamei ao Seprona, pero remítenche ao Concello para que retiren os animais". Por eso directamente ayer ya se puso en contacto con la administración local.

"Nós recollémolos e levámolos a destruír, non podemos facer máis", confirmó este martes el edil de ferias, Roberto Lorenzo. "O Concello xa lle transmitiu á Xunta o que pasaba e fixéronse inspeccións", confirma el edil.

En la misma línea, el regidor, Francisco Balado, explica que el año pasado llamó al Seprona para que investigaran el origen de estos animales, aunque no trascendió ningún resultado. "Es difícil", dijo el regidor, al tiempo que aseguraba que el Concello no tiene competencias. "Estamos indefensos ante esto", añadió, mientras adelantó que "a la vista de estos hechos volveremos a ponernos en contacto con Medio Ambiente y presentaremos una denuncia en el cuartel para que la remitan al servicio que corresponda".

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