Dani Castro: "Quiero volver pronto a As Pontes y espero que sea con una medalla"

Dani Castro, que inició su carrera hace una década en el Sílex, toma relevo de Miguel Alvariño como representante de España, y As Pontes, en los Juegos Olímpicos. Con 24 años, el arquero, que ocupa el puesto número 21 del mundo, peleará por dos preseas en Tokio
Dani Castro, en una de las últimas competiciones. EP
photo_camera Dani Castro, en una de las últimas competiciones. EP

En 2010 decidió experimentar con el tiro con arco tras haber probado varias disciplinas. Y lo de lanzar flechas le enganchó. Cuatro años después se proclamaba por primera vez campeón de España. Y una década más tarde de sus inicios, el pontés Dani Castro, criado deportivamente en el club Sílex de la localidad, se prepara para debutar en unos Juegos Olímpicos, a sus 24 años de edad.

¿Qué fue lo que le enganchó del tiro con arco?

Me pareció un deporte muy completo. Le vi más encanto que a la natación —deporte que practicaba con anterioridad—, porque cada día era diferente, aunque tirando las flechas tienes que buscar siempre una homogeneidad para que todas vayan al centro. Lo encontré curioso por la parte del material, la técnica, la psicología...

¿Y en qué momento se dio cuenta que tenía posibilidades de crecer?
Me empecé a fijar que mis compañeros del club Sílex iban a campeonatos de España, les salía bien, venían contentos. Y un día hablé con el que por aquel entonces era mi entrenador, Manuel Buitrón, y le dije que yo también quería ser campeón de España y que cómo lo veía él, si era factible, si lo podíamos lograr... Nos pusimos a trabajar duro para ello y en 2014 conseguí mi primer campeonato nacional en la categoría cadete.

¿Cuándo decidió dar un nuevo salto en su carrera deportiva?
Una vez que ganas un campeonato de España, la confianza sube un montón. Y también ayuda tener a compañeros de equipo como Miguel Alvariño o Gema Buitrón. Ves que ellos consiguen las cosas o se quedan a las puertas, pero disfrutan del camino. En 2017, noté que en el club Sílex no podía aprender más, mi nivel no avanzaba, así que tuve que tomar la decisión de irme a la Blume, en Madrid.

¿Cómo es la experiencia de vivir en un centro de alto rendimiento?
Aquí vi que había mucha profesionalidad por el deporte. Estamos unidos todos por una misma causa: conquistar un oro olímpico, ir a varios Juegos, ganar campeonatos del mundo, batir récords... Pasas de un club pequeño, que está muy bien porque en tus inicios siempre tienes a gente que te ayuda y te apoya, pero ves que hay más. En un centro de alto rendimiento hay una inmensidad de deportes y deportistas, todos con el mismo objetivo, y al final esas ganas se te meten en el cuerpo.

A lo largo de su carrera, ha participado en campeonatos de España, europeos y mundiales... pero ¿hay algún triunfo que sea especial?
Especiales son todos, porque cada medalla tiene su historia. Pero este año la más importante fue la de oro por equipos en la Copa del Mundo, en Guatemala, porque sabíamos que podíamos ganar y lo hicimos. Nos dio mucha confianza para trabajar de cara al Preolímpico, aunque luego no saliese como debería. Y mi plata, también en Guatemala, me dio mucha fuerza y ánimos porque la temporada está siendo larga. Esos logros son los que me han dado gasolina para seguir peleando.

¿Qué supuso no poder clasificar al equipo para Tokio en 2020?
Se me vino el mundo encima. Esperaba conseguir tres billetes para Tokio, siempre me visualicé allí con el equipo. Pero no pudo ser. Esta vez me tocó a mí ser el afortunado. El destino te pone donde te tiene que poner, a veces no de la forma en la que te lo imaginas, por eso es un sentimiento agridulce. No podré compartir esas experiencias y anécdotas, pero sé que saben que cada una de las flechas que tire también será por ellos.

"El que mejor preparado vaya y el que mejor gestione la presión allí será el que consiga llevarse todo"

Sí consiguió la plaza en individual y en parejas mixto junto a Inés de Velasco. ¿Cómo afronta su participación en los Juegos Olímpicos?
De la mejor manera posible. Voy a tratar de controlar al 100% lo que haga yo, que es mi proceso, confiar en todo lo que he trabajado este año, en que voy con lo que voy y que no tengo que hacer nada diferente. En este deporte el factor suerte también influye, pero haremos todo lo posible porque salga bien.

Quién será el rival a batir?
Hay rivales que no han competido durante todo el año, como los de Taiwán o los de Corea, algunos de Estados Unidos solo han ido al Preolímpico. La verdad es que no me quiero centrar en ellos. Cualquiera puede ganarte o cualquiera puede perder contra ti si tú estás haciendo bien tu trabajo. Al final se va a decidir allí y no importa pensar si hay países más o menos fuertes. El que mejor vaya preparado y el que mejor gestione la presión, será el que consiga llevarse todo.

¿Le pidió algún consejo a Maikel (Miguel Alvariño), que vivió la experiencia en Río?
He aceptado consejos de un montón de compañeros siempre. En esta ocasión prefiero ir centrado con lo que me dice mi entrenador, mi mental-coach, mi psicólogo... Es una competición diferente, soy una persona diferente, y creo que con todo lo que he trabajado este año voy a intentar hacer un buen papel y disfrutar al máximo, porque una clasificación para unos Juegos es cumplir un sueño.

Está lejos de As Pontes, pero ¿siente el apoyo de sus vecinos?
Sí, estoy muy agradecido porque siempre hay mucha gente pendiente. Quiero volver pronto para ver a mi familia y espero que sea con una medalla.

En caso de conseguirla, ¿a quién le gustaría dedicársela?
A mi abuelo. Siempre lo dio todo por nosotros. Ha demostrado que hay que ser fuerte ante las adversidades y ha luchado para que a sus hijos y a sus nietos nunca les falte de nada. El que más se merece esa medalla es él, sin duda.

¿Cuál es el calendario?
Este viernes vamos de concentración a Huelva, estaremos allí una semana. Luego volvemos a Madrid y el 15 de julio sale el vuelo hacia Japón. Comenzaremos el round clasificatorio entre el 23 y el 25.

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