Fernando Pita, el pontés que captura y custodia animales para evitar accidentes

Por sus instalaciones de Xermade pasaron 70 reses
Fernando Pita, con unos caballos salvajes capturados hace días en Mañón. C. ARIAS
photo_camera Fernando Pita, con unos caballos salvajes capturados hace días en Mañón. C. ARIAS

¿Qué pasa con los animales salvajes cuando hay una denuncia porque causan daños en fincas o hay una llamada al 112 porque generan un peligro para la seguridad vial? ¿A quién se reclama cuando no tienen dueño? La ley de animales mostrencos es antigua y existen vacíos legales, pero son los concellos los responsables y los que deben actuar, a pesar de que no cuentan con servicios específicos para ello. Desde hace cinco años, Fernando Pita ofrece a las administraciones municipales la captura, custodia y alimentación de los animales mientras se busca a los dueños o una solución para ellos. Y por sus instalaciones de Xermade ya han pasado unas 70 reses, principalmente caballos, aunque también hay alertas por vacas u ovejas.

"Me dedico a transporte de servicio público de animales vivos", dice Pita, que empezó a prestar el servicio de captura de animales salvajes casi por casualidad. "Fui requerido para recoger animales que estaban haciendo daño en la vía pública, en O Caxado, en la carretera de As Pontes a Ortigueira, a través del Concello y la Policía Local porque me conocían", recuerda Pita, que en la actualidad trabaja principalmente con As Pontes, Mañón y Xermade, aunque hizo trabajos de forma puntual para otros concellos de la zona y ofrece la posibilidad de desplazarse a más.

"Es todo vía legal, al trabajar ya para la administración pública con el transporte", remarca el pontés, que asegura que capturar este tipo de animales "es peligroso" y que se puede hacer en unas horas o tardar muchos días, "a veces hasta 15".

"Es un trabajo laborioso y tienes que contar con gente cualificada. Tienes que estudiar la zona y guiarlos hacia embudos naturales o llevar vallas para hacer un efecto similar. Son animales cerriles, no están acostumbrados al hombre, se defienden, cocean, te embisten, te muerden...", dice.

Para realizar las capturas suele llevar gente y siempre va acompañado de agentes de la fuerza del orden, ya sea la Policía Local o la Guardia Civil, para evitar "posibles altercados" si aparecen posibles dueños o si surge cualquier problema. "La gente de las aldeas suele ayudar también", resalta.

Una vez que se capturan los animales, que acostumbran a ir en manadas, se hacen fotos y los traslada a sus instalaciones en Xermade. Los concellos, entonces, publican un bando municipal con unos días hábiles para que los reclamen los dueños. Y, a partir de ahí, se abren dos opciones: aparecen los propietarios, que tienen que pagar los daños ocasionados y los servicios al Concello, o no los reclaman y la autoridad municipal decide entre la venta de los animales en subasta pública, la entrega gratuita a espacios de acogida o el envío a sacrificio al matadero.

"Suelen tener dueño pero no están identificados y ahí está el problema. Cuando lo están se suele arreglar de buena fe porque normalmente es que se han escapado, pero si no tienen chip no suelen reclamarlos", dice Pita, que indica que cada res genera entre 150 y 200 euros de gastos entre la manutención y otros servicios.

"Normalmente se suele pasar aviso a la Xunta para que disponga de ellos", apunta Pita. Cuando la Xunta envía al veterinario, normalmente en el plazo de 15 días, él tiene que colaborar con la identificación —todos los animales salen de sus instalaciones con microchip— y a veces él mismo se encarga del transporte, y en ese caso le abona ese servicio la Administración gallega. El destino suelen ser centros de acogida como el Monte de Sabucedo (A Estrada) o uno en Ferreira do Valadouro.

"La subasta se hizo alguna vez pero a los 15 días o un mes se volvieron a encontrar con el mismo problema; por eso, para mí, lo mejor es ponerlos a disposición de la Xunta", valora Pita, que hace hincapié en que "«es una pena que haya animales sin identificar".

"La Unión Europea subvenciona los microchips y un seguro de explotación cuesta entre 200 y 300 euros. Son momentos complicados pero no es mucho el gasto comparado con el daño que te pueden hacer si mañana hay una denuncia", dice, y pide a los dueños "responsabilidad".

Unos 9.000 kilómetros al mes por toda España
"Mi trabajo diario es el transporte de animales vivos", explica Fernando Pita, que, según sus cálculos, hace una media de entre 8.000 y 9.000 kilómetros al mes en la carretera, principalmente por toda España pero también por Portugal.

De ratones a búfalos. Transporta todo tipo de animales, desde ratones a búfalos, pasando por vacas o terneros, más habituales. "Hago transportes para granjas, para mercados, para concursos, para subastas...", dice, mientras muestra los camiones más nuevos, dos gigantescos vehículos en los que los animales viajan en dos pisos, y uno más pequeño, que usa para acceder a las pequeñas explotaciones del rural. Tiene tres camiones en total, que se suman a su propia explotación ganadera, en la que cría vacas y también caballos.

Captura y custodia. Para los animales salvajes, Pita ofrece a los concellos sus servicios. Se puede contactar con él en el teléfono 689.23.09.79.

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