La joven Judit González elabora desde As Pontes felpudos personalizados

Las alfombras se pueden encargar a través de sus redes sociales
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photo_camera Judit González, con uno de sus trabajos

Bienvenidos; Hasta luego, Maricarmen; o Cuidado con el perro son frases manidas, pero que alcanzan la originalidad cuando aparecen en los felpudos de casa. Una forma de que las peculiaridades de cada familia ganen protagonismo frente a la República independiente de mi casa.

Lo sabe bien la pontesa de adopción y ferrolana de nacimiento Judit González quien, en su tiempo libre, hace realidad los deseos de sus clientes. Bocetos en los que, por norma general, se ilustra "lo más característico de la vivienda", dice Judit, quien asegura que en los retratos familiares no falta nadie, ni las mascotas. "Cualquier día dibujo hasta el pez", bromea y relata como comenzó su aventura.

"En el Día del Padre del año pasado queríamos hacer algo diferente, un regalo personalizado, y se nos ocurrió un felpudo", recuerda. El resto lo hizo el boca a boca. "Entre la familia y los amigos se fue extendiendo la historia" y ahora los pedidos llegan de todos los puntos de la comarca de Ferrolterra y, en especial, de la zona de As Pontes, pero también de A Coruña o Pontevedra. Y es que sus diseños hacen las delicias de quien los encargan.

El proceso de creación, que como mínimo requiere de "unas seis horas y de ahí en adelante", comienza con la elaboración de un boceto sobre el papel para enseñar al cliente. Cuando Judit recibe el visto bueno empieza el trabajo más práctico, sobre el material, que en este caso se trata de la fibra de coco, la ideal para adaptarse al tamaño que se necesite ya que no todas las puertas son iguales. La ilustración, luego, se marca con agujas y alfileres y, a mano y con un palillo de brochetas, se dibuja y colorea con pintura sintética.

Por el momento ha vendido unos 60 felpudos y en la lista de espera ya figuran los regalos de las próximas Navidades. "Para mí, esto es un hobby y es difícil compaginarlo con mi trabajo, de lunes a sábado a jornada completa", afirma una joven que saca el tiempo para su afición durante el fin de semana.

"No sabía que iba a tener tanto éxito esto de vender felpudos", reconoce Judit, quien cuenta con muchos repetidores entre sus clientes. Algunos probaron sus diseños para dar color a la entrada de su hogar y, una vez visto el resultado, siguen escogiendo a Judit como artífice de los regalos navideños para los suyos, del detalle del Día de la Madre, de los cumpleaños o incluso para algún negocio.

Para reservar un felpudo, la joven insiste en que mejor hacerlo con bastante antelación a través de las redes sociales. En el perfil mi.felpudo en Instagram o en Mi Felpudo en Facebook se pueden ver algunos de los trabajos de la ferrolana, muchos de los cuales fueron enviados a domicilio debido a la situación sanitaria, aunque normalmente se entregaban personalmente.

Para Judit González, el felpudo es "la primera impresión que tenemos de un domicilio, es la entrada a tu hogar, es cómo recibes a los tuyos". Es, también, donde se pone el pie para salir de casa y eso es tan importante como donde se pone cuando se regresa.

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