La Fundación Amigos de Galicia (FAG) ha vuelto a reclamar la práctica de diligencias antes de la celebración del juicio contra la madre acusada de asfixiar a su hija en Muimenta, en Cospeito, en mayo de 2019, y ha presentado recurso de apelación para solicitar nuevamente esas diligencias.
La entidad, personada en este procedimiento como acusación popular, solicita, entre otras cuestiones, que se le dé traslado de las pruebas psicométricas de la acusada entre ellas la que sirvió para diagnosticar que padece un trastorno de personalidad de tipo mixto y un trastorno psicótico, que pudieran afectar a sus capacidades.
Esta prueba, han apuntado desde la FAG "es una de las más utilizadas para la evaluación de la personalidad y de la psicopatología, por lo que una mala interpretación de la misma podría evidenciar un diagnóstico erróneo". Por ello, la Fundación reclama su traslado "y que los forenses del Imelga, encargados de la evaluación pericial sobre el estado psíquico de la investigada, aclaren su informe".
El letrado de la FAG, Francisco José Lago Calvo, ha señalado que en el procedimiento "parece indiscutible la autoría", pero no así la posible afectación de la capacidad cognitiva y volitiva de la acusada, por lo que es "esencial" el traslado de las pruebas psicométricas solicitadas.
Por otra parte, reclaman una diligencia relacionada con el análisis de los teléfonos móviles y una tablet de la acusada, porque conocer el contenido de esos dispositivos "podría esclarecer lo sucedido" el día 3 de mayo de 2019, cuando presuntamente la mujer asfixió a su hija.
El juzgado de instrucción 1 de Vilalba dictó hace una semana auto de apertura de juicio oral (el caso será juzgado por un tribunal de jurado) y determinó que la fase de instrucción quedaba finalizada, así como la práctica de diligencias.
Tanto la Fundación Amigos de Galicia, como la Fiscalía y la acusación particular (que ejerce el padre de la menor) han pedido que la madre sea condenada a la pena de prisión permanente revisable.
