Amasados aún más higiénicos

La Tahona Currás de Vilalba amplía sus medidas de seguridad por el Covid-19, preparando los pedidos con antelación, usando dos tipos de guantes o embolsando individualmente el pan
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photo_camera La dependienta de la Tahona Currás muestra el pan con una manopla a mayores de los guantes. M.ROCA

Son muchos los negocios de primera necesidad que están cambiando su rutina y su forma de atender a los clientes para hacer la situación más llevadera y, también, más segura tratando de que el contacto entre la gente sea el menor posible.

Un ejemplo de ello es la Tahona Currás de Vilalba, que organiza su producción teniendo en cuenta a sus clientes de siempre y también aquellos que deciden hacer sus encargos a través del teléfono. "A la gente que es habitual, ya le tenemos preparado su pedido con lo que lleva siempre. Y hay otra que llama y pide para recogerlo después en un momento. Así acortamos mucho el tiempo de estar en la tienda y agilizamos el proceso", explica Antonio Currás, responsable de la panadería.

Además, durante los procesos de elaboración y venta del pan el ritmo ha cambiado al incrementar "aún más" las normas de higiene que deben seguir siempre. La más evidente es que solo uno o dos clientes acceden a la tienda y el resto esperan fuera. "Pusimos un horario amplio, de 8.00 a 14.30 horas, para evitar que haya mucha cola", apunta Currás.

El pan se empaca en bolsas de forma individual ya en el obrador y pasan pocas unidades a las estanterías de la tienda. Quien despacha usa siempre guantes y, a mayores, unas manoplas de plástico para coger el pan para que "no sea el mismo guante el que toca el producto y el que coge el dinero".

Además, los trabajadores del obrador no están en contacto con los del reparto y solo una persona atiende a quien trae mercancía, que en ningún momento pasa por la zona de producción; se limpian superficies y las partes de contacto de la puerta, que está abierta para que circule el aire, y en el obrador se desinfecta "continuamente". "El lavado de manos ya es siempre antes de empezar a trabajar y no se pasa de una tarea a otra sin limpiarlas y sin lavar y desinfectar los utensilios y la maquinaria", explica el panadero vilalbés.

El volumen de producción en la Tahona Currás se resintió con las medidas tomadas al decretarse el estado de alarma, ya que servía "a casi todos los bares y restaurantes del pueblo", además de a otros en Xermade y Begonte, y a centros educativos. "Lo notamos bastante, porque el reparto supone un porcentaje muy elevado de todo el pan que hacemos", explicó Antonio Currás.

Enseñar a hacer pan con vídeos
Antonio Currás se encuentra actualmente en un "retiro forzoso" al ser población de riesgo, pero no por eso deja de estar activo. Así, ideó la realización de unos vídeos para enseñar a la gente a hacer pan en casa.
Este panadero vilalbés quiere ofrecer su experiencia y sus conocimientos al resto de la gente para que pueda hacer un pan "sano, saludable, rico y que te aguante dos o tres días con un amasado sencillo". También hablará de cuestiones más técnicas como la proteína del pan, las fuerzas de las harinas o para qué se usa cada una.
Currás prevé publicar en breve su primer vídeo y lo hará en Facebook e Instagram. En él, hablará de cómo hacer pan y piensa en hacer otros centrándose en la masa para las empanadas o en otros tipos de pan. "Si a la gente le gusta, le vale para amenizar el encierro y para mí es hacer algo de provecho", dice. 

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