La mascarilla, opcional para los viandantes siempre que exista distancia de seguridad, es ya una obligación para las personas que atienden al público, desde una pulpería de feria hasta una panadería. Y además va para largo, porque la entrada de la nueva normalidad estandariza su uso al menos hasta el próximo octubre.
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Una pulpeira en la feira de Castro. PEPE FERRÍN
Pan con seguridad. PEPE FERRÍN
Una imagen callejera durante la pandemia. PEPE FERRÍN