Opinión

"Yo no los contrataría..."

Hace unos años irrumpió en la vida pública una generación de políticos sin trayectoria profesional alguna entre ellos Pedro Sánchez y Pablo Casado

EL ESCRITOR César Antonio Molina cuenta en el artículo "¿Para qué políticos? ¿Para qué partidos?" (El Mundo, 15/07/2019) que hace un tiempo el entonces presidente del Gobierno de España quiso conocer a un importante empresario.

Cuando visitó la empresa y le informaron de la calidad de los trabajadores y de los resultados de la compañía, el mandatario también se mostró orgulloso del nivel de los miembros de su gabinete y pidió la opinión de su interlocutor que, haciendo uso de la prudencia que suelen mostrar los empresarios, calló por dos veces. Ante la insistencia del político, que recabó su parecer por tercera vez, el empresario contestó: "Yo no los contrataría".

Me acordé del episodio que relata el exministro el lunes, cuando los diputados empezaron a acreditarse en el Congreso y tenían que especificar, entre otros requisitos, sus empleos anteriores. No tengo los datos, pero presiento que serán similares a los que publicó hace algo más de un año el periodista Alexis Romero en ABC en el que decía que solo el 36 por ciento de los diputados conocían el sector privado. Del 64 por ciento restante alguno viene del sector público y muchos son políticos profesionales. Las cosas son así porque desde hace unos años irrumpió en la vida pública una generación de políticos que se afiliaron muy jóvenes a sus partidos y dieron el salto a la política sin trayectoria profesional alguna, sin haber cotizado a la seguridad social como empleados por cuenta ajena o como autónomos, entre ellos Sánchez y Casado. Sin saber, por tanto, lo que es fichar en una empresa y sin la amenaza del paro.

Estos son los "legisladores" que la dirigencia de sus partidos situó en las listas electorales como premio a su adhesión a la causa partidaria y esa fidelidad puede perpetuarlos en el escaño, que es el empleo de su vida y su medio de subsistencia.

Lo malo es que estos diputados seguirán desconectados de la realidad, entretenidos en asuntos menores y sirviendo a sus partidos en lugar de ocuparse de los problemas que importan a los ciudadanos. Son como extraterrestres desconectados de este mundo. Claro que, sinceridad obliga, los primeros culpables de esta desconexión son los líderes que no saben dirigir y coordinar equipos de trabajo al servicio de España.

¿Contrataría para su empresa a estos políticos? Lean el artículo de César A. Molina que ayuda a responder a esta pregunta. Y, como todos los suyos, aporta luz para sobrevivir en este caos político que desconcierta y preocupa a todos.

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