Los 25 centros lucenses que participan en el proyecto E-Dixgal para la utilización del libro electrónico en el aula están recibiendo estos días nuevos equipos que servirán para jubilar los que se venían utilizando en el programa Abalar. La mayoría están convocando reuniones para informar a las familias de las condiciones de uso de los nuevos ultraportátiles, que los alumnos podrán llevarse a casa a diario, responsabilizándose de traerlos cargados cada día a clase, además de comprometerse a hacer un buen uso de ellos. En total, se repartirán 1.550 portátiles en los 25 educativos lucenses integrados en E-Dixgal. El total en Galicia asciende a 13.000 unidades y 2.000 para profesorado, distribuidos en 154 centros.
En el colegio de infantil y primaria Menéndez Pelayo ya han comenzado con el reparto de los equipos. "Son más grandes, táctiles e aparentemente bastante mellores que os anteriores, sobre todo porque as pantallas dos antigos eran moi pequenas", explica el director del centro, Manuel Núñez, quien asegura que el mayor problema de los viejos era que se desconfiguraban con cierta facilidad.
De todos modos, la mayor diferencia no radica en los aparatos, sino en que ahora "é un sistema distinto", explica. "Antes os ordenadores quedaban cargando na clase dun día para outro. Os que non tiñan ordenador na casa podían levalo ás veces se a familia se facía responsable. Agora vano levar todos e teñen que traelos cargados", añade. Además del ordenador, cada niño recibe una funda para su transporte.
A los alumnos les gusta el cambio. "O novo é máis chulo", resume Alejandro Blanco, quien opina que a nivel de funcionamiento "este é máis ou menos igual que o vello, aínda que a wifi vai un pouco peor". "Iso é porque é o primeiro día", matiza su compañera Estela Díaz, que añade que "este é máis fino e non pesa tanto", además de tener "máis cousas".
Manuel Núñez señala que una novedad que el profesorado agradece es que con esta renovación los docentes que imparten alguna materia en cursos incluidos en el E-Dixgal también reciben un equipo, mientras que antes solo había uno fijo en el aula, lo que obligaba a los profesores a trabajar en sus propios equipos y cargar luego los contenidos al llegar a clase, además de introducir cada vez su nombre de usuario y clave.
El Ceip Menéndez Pelayo lleva casi seis años embarcado en el proyecto de libro digital. Los primeros dos años, el equipo docente participó en actividades de formación para actualizarse al nuevo método, con el que ya están muy familiarizados. La principal desventaja es «cando cae o sistema» porque, a pesar de que hay un servicio de ayuda técnica, la restauración nunca es inmediata. Además, el colegio adquirió por su cuenta licencias de inglés porque los profesores de la materia no estaban conformes con el material que traía el programa.
Curiosamente, Núñez asegura que quienes más se preocuparon por el cambio fueron las familias. "Ao principio querían que lles fotocopiaramos todo, pero agora xa casi non pasa", cuenta. También asegura que, contrariamente a lo que se pudiera pensar, en el tiempo en que funcionaron los anteriores equipos "houbo moi poucas averías por roturas".
El acuerdo también especifica que ni el alumno ni su familia podrán realizar manipulaciones en el ordenador ni en el software que lleva instalado. El equipo debe devolverse al terminar el curso o en cualquier momento que lo solicite el centro para realizar tareas de mantenimiento. El documento que deben firmar las familias también especifica que los alumnos se comprometen a llevar el ordenador todos los días al centro con la batería completamente cargada.
Además, el profesorado, la persona que coordina E-Dixgal en el centro y los técnicos de la administración podrán inspeccionar el equipo cuando lo consideren necesario para comprobar su estado. Por último, la familia se responsabiliza explícitamente del cuidado y uso del ordenador y responde de su pérdida o del mal uso que se le pueda dar. "Isto non inclúe as avarías que poidan producirse na utilización diaria do equipo e estean contempladas na súa garantía", se especifica.
Perdouro de Burela, Pedregal de Irima de Meira, A Pinguela y Francisco Daviña Rey de Monforte y Enrique Muruais de A Pontenova. También están incluidos los colegios Virxe do Carme y Vista Alegre de Burela, el de Cervo; Ramón Falcón de Castro de Rei, Xoán de Requeixo, de Chantada; Monforte; A Pontenova y los viveirenses Santa Rita y Covas. En cuanto a CPIs, toman parte el de Castro Verde, el Dr. López Suárez de Friol, Tino Grandío, de Guntín y el de Navia de Suarna.
Por otra parte, la Xunta también anunció que se incorpora la editorial Planeta como proveedor de contenidos y que está en fase de licitación el contrato para un centro de producción de contenidos educativos digitales, orientado a los docentes, y otro de contenidos de Inglés.