La Xunta destina 96.700 euros a eliminar la maleza de la muralla

Cultura licitó el contrato para retirar la vegetación de forma manual y evitando los productos químicos
Un tramo de la muralla. ARCHIVO
photo_camera La muralla. ARCHIVO

La Consellería de Cultura licitó este miércoles el contrato para eliminar de forma manual la vegetación de la muralla, a lo que destina un presupuesto de 96.781 euros.

Para la limpieza, se realizarán técnicas respetuosas con el monumento y con el medio ambiente. Se procura evitar el empleo de maquinaria o de productos químicos que puedan resultar agresivos tanto para la muralla como para su fauna. Así, el contrato prevé la elaboración de un informe evaluativo sobre la presencia de aves, a efectos de iniciar los trabajos de poda cuando no afecten a esta especie. El plazo de ejecución será de cuatro meses y medio.

Asimismo, la Consellería de Cultura, en colaboración con el campus de Lugo, continúa testando la eficacia de los bioherbicidas. Una de las principales conclusiones del trabajo realizado en este último año apunta a que los resultados son positivos en lo que se refiere al control de la germinación de la parietaria judaica, especie más abundante.

Además, se desechó la aplicación de glifosato como tratamiento fitosanitario para el control de la flora de la muralla. En los últimos años, en el marco de las actuaciones de conservación, se están realizando trabajos de investigación con la finalidad de usar productos que respeten el medio y que resulten igualmente eficaces.

PROTESTAS. Varios vecinos trasladaron a este periódico su protesta por comportamientos incívicos contra la muralla. Entre ellos citaban su uso como cancha de juego por parte de unos niños, que utilizaban los cubos como portería, al considerar que podían deteriorarlos. Las críticas fueron respondidas ayer por varios padres, que no creen que los niños estén atentando contra el monumento histórico por jugar con un balón, "que non é suficiente para danar unha muralla de tantos anos", dicen.

Los progenitores, que lamentan además la falta de espacios públicos para el juego infantil en Lugo, apelan al valor social de la baluarte romano como espacio para el encuentro entre personas.

Igualmente, consideran que los niños no fueron incívicos, alegando que los daños hacia el monumento fueron leves. "No que respecta ao nivel propiamente paisaxístico da muralla, só falta un pouco de céspede", explicaba un padre sobre los daños ocasionados por la práctica deportiva.

Comentarios