La Xunta adjudica la mejora de varios tramos del Camino

Las obras se ejecutarán en puntos de la LU-633 a su paso por Pedrafita, Triacastela, Samos, Sarria y Portomarín

Indicador del Camino de Santiago. EP
photo_camera Indicador del Camino de Santiago. EP

La Xunta acaba de adjudicar las obras para mejorar la seguridad vial en varios tramos del Camino Francés a su paso por la provincia. La empresa de construcción Ovisa Pavimentos y Obras será la encargada de ejecutar estos trabajos, que se llevarán a cabo en diferentes puntos de la carretera LU-633, a su paso por los ayuntamientos de Pedrafita, Triacastela, Samos, Sarria y Portomarín.

El presupuesto total de la actuación es de casi 530.000 euros y el plazo para ejecutar la obra, cuya previsión es que se inicie en junio, será de ocho meses, según figura en el pliego de condiciones.

Este proyecto, financiado por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, tiene como finalidad mejorar la seguridad vial de los peregrinos que utilicen esta ruta jacobea. Se mejorará, de este modo, la señalización de los diferentes cruces del Camino con la N-633, con el fin de facilitar la orientación de los peregrinos que circulen por la zona.

La actuación prevista por la Xunta también prevé la rehabilitación de algunos tramos del Camino, además de ensanchar algunos puntos en los que el trazado actual resulta demasiado estrecho, según exponen desde el Gobierno autonómico.

La actuación persigue favorecer la movilidad de los peregrinos pero, sobre todo, mejorar la seguridad vial de la ruta

MÁS ANCHO. Entre los puntos a los que se dotará de más ancho destaca el del tramo situado a la salida de la parroquia de Hospital, en Pedrafita do Cebreiro. En la salida de Triacastela y en Samos, la rehabilitación del trazado consistirá en la construcción de una pasarela de madera, que se ejecutará a lo largo de cinco tramos.

La Xunta de Galicia explica que con este conjunto de medidas se busca favorecer la movilidad de los peregrinos pero, sobre todo, mejorar la seguridad vial de la ruta, con el objetivo final de conseguir una mejor convivencia entre los peregrinos y los vehículos que circulan por las carreteras más cercanas al trazado jacobeo.

CRÍTICAS. Este tipo de medidas no siempre son bien acogidas por los diferentes colectivos asociados al Camino, quienes esgrimen que algunas de estas actuaciones atentan contra la "fisonomía tradicional" de los caminos históricos de peregrinación, por lo que acusan a la Xunta de anteponer los intereses comerciales al valor patrimonial del Camino.

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