La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, ha asegurado que la edición de este año del Resurrection Fest ha sido "un éxito más" en lo que se refiere a la asistencia de público y a la convivencia de los festivaleros, entre sí y con la gente del pueblo, porque no hubo que lamentar "ningún altercado", ha dicho.
La regidora local precisó que, a falta de un balance definitivo, los días grandes del festival transcurrieron "con total normalidad" y no hubo que lamentar "ningún incidente", ni siquiera "pequeñas cosas", a pesar de la concentración de decenas de miles de personas, especialmente para presenciar las actuaciones de Kiss, Scorpions, Megadeth o Prophets of Rage.
"Ya no hablo de cosas más graves, sino de esas pequeñas cosas o incidentes que se pueden producir cuando se junta tanta gente, como un contenedor roto, una papelera. Nada. Todo ha transcurrido con total normalidad", insistió María Loureiro, quien destacó incluso la "tranquilidad" con la que los asistentes a los conciertos abandonaron el recinto del festival.
En cuanto a la asistencia de público, confirmó que el aforo finalmente se completó, al igual que en los años previos, de modo que no duda de que pasaron por Viveiro más de 85.000 personas, una asistencia de público que dejó un "impacto económico realmente importante" en toda la comarca de A Mariña.
La regidora confirmó que, solo en los recintos habilitados por el Ayuntamiento de Viveiro, hicieron noche más de 12.000 campistas.
"A la hostelería -el festival- le ha solucionado el mes de julio", añadió Loureiro, quien considera que el impacto económico puede acercarse a esos 13 millones de euros de los que hablaban los organizadores en la presentación del 'Resu', además de generar unos 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
