La desescalada de las residencias de la tercera edad comenzará el próximo lunes. La mayoría de los directores de los 77 centros geriátricos y de los 23 de personas con discapacidad de la provincia acudieron este jueves a la reunión convocada en el Hula para explicar los pormenores y resolver dudas, donde se indicó que las visitas de familiares se harán con cita y en estancias amplias, preferentemente al aire libre, manteniendo el distanciamiento social y con mascarilla.
Se planteó también la posibilidad de que los familiares de aquellos residentes con un deterioro cognitivo que les impida mantener las medidas de distanciamiento podrían recibir otro material, como guantes y batas desechables para ver a su familiar con todas las medidas de seguridad.
La idea es que la desescalada sea, evidentemente, paulatina y también supeditada a la evolución en el número de casos. Se pretende crear un comité Covid-19 de residencias —con presencia de responsables de Primaria, Asistencial, Geriatría y residencias geriátricas— que se reúna cada quince días y decida si se puede avanzar, ha de retrocederse o mantenerse tal cual.
La apertura dependerá fundamentalmente de si hay nuevos casos en el centro y también de si los hay en el municipio en el que se encuentra la residencia. Se persigue que el virus no entre en el centro y, si se da un brote en el concello de alguna residencia, se podría decidir cerrar esta de nuevo a las visitas e iniciar un confinamiento de los residentes.
Por el momento, las residencias integradas —los dos centros a donde se han enviado ancianos institucionalizados no frágiles que dieron positivo en Covid-19— se seguirán manteniendo operativas y continuarán recibiendo estos casos.
Radio de un kilómetro
Se les pedirá que se mantengan en la zona, dentro de un radio de un kilómetro, y que si encuentran que hay mucha gente en la tienda o en el banco al que acuden, renuncien a ir en ese momento.