Opinión

La vida que siempre has soñado

NO SÉ A LOS demás, pero intuyo que a estas alturas les tiene que pasar un poco como a mí, que estoy harto de coronavirus. Bastante tengo con escribir del tema el resto de la semana como para llegar con la matraca a esta última página del domingo.

El problema es que no hay otro tema. Todo, el deporte, la cultura, la ciencia, la economía, la política... es virus. Pero para estos casos siempre queda mi fondo de reptiles particular, esa fosa séptica de la que ya he escrito alguna vez que es el correo electrónico profesional de un periodista. Ni siquiera allí lo tengo fácil, todo inundado de mails sobre como afrontar la crisis sanitaria desde los más diversos y disparatados enfoques.

Rebuscando, me paro en dos. Uno me preocupa: "La Reina Letizia dice NO al botox". Empiezo a pensar que el orden de prioridades de esta familia en estos momentos está seriamente dañado y lo abro por si acaso. No es de la Casa Real, sino de un producto de belleza alemán que tampoco parece haberse enterado de mucho: "La prensa internacional", asegura, "lleva meses especulando sobre el secreto de belleza de la Reina de España. Letizia es admirada por su piel ultralisa y su tez impecable de aspecto resplandeciente y absolutamente libre de arrugas". Exacto, sobre eso lleva la prensa internacional meses especulando; sobre eso, y sobre si los millones de su suegro se habrán invertido en botox para todas las cortesanas del planeta, pero sobre la piel de Letizia también.

Más tranquilo sabiendo que Letizia se conserva ultralisa, paso al otro: "¿Estás listo para vivir la vida que siempre has soñado?", me pregunta en el asunto. ¡Coño, para otra cosa no, pero para eso estoy ultralisto! Resulta ser el tarot online de Gabriella, "tu amiga, vidente y tarotista". Es acuario y me aclara que "si me he cruzado en tu camino, es porque era tu destino". En la foto parece tener una piel finísima, me extraña que los medios internacionales no hablen de ello.

Además, tiene una intuición y una baraja superespecial con la que ha hecho una consulta para mí: "¡Desde hace apenas unos minutos, usted ha entrado en un nuevo ciclo! ¡Un ciclo de suerte fabuloso, que parece querer traerle cosas hermosas, más bella cada una que la otra!". Dado que vengo de escuchar al presidente del Gobierno ordenar el cierre total del país, necesito un ciclo nuevo en mi vida como el comer.

Ya que estamos, escribo: 'La vida'. Salta debajo un aviso en rojo: 'La pregunta carece de precisión', asegura, echando por tierra de un golpe toda la historia de la filosofía y el pensamiento humano

Acepto la tirada gratuita de arcanos que me propone; entre pasado, presente y futuro, elijo futuro, claro, porque en los otros tampoco aprecio mucho mérito. El click en el arcano de futuro me lleva a una web en la que tengo que elegir un tema: trabajo, dinero, penas del amor... Pulso en circulito de Otro, en el que aparece la fotografía de una mujer pensativa mirando al infinito; sé que está pensativa porque tiene un dedo en la barbilla y porque la rodean muchos signos de interrogación, yo no seré acuario ni nada pero de intuición voy bien servido.

Selecciono Otro y debajo hay otro recuadro para escribir: "Dinos qué te preocupa". Pues así, de entrada, que muy adivinos no son. Pero ya que estamos, escribo: "La vida". Salta debajo un aviso en rojo: "La pregunta carece de precisión", asegura, echando por tierra de un golpe toda la historia de la filosofía y el pensamiento humano. Pero bueno, tampoco he venido a esta web a pensar, así que afino: "La vida en general". Sorprendentemente, esta vez le parece mucho más preciso, no hay quien entienda a los arcanos.

Por último, elijo tres cartas de una fila que se me ofrecen. Son La Rueda de la Fortuna, El Enamorado y El Emperador. "Para descubrir lo que revelan estas cartas sobre tu futuro, Gabriella , necesita conocerte un poco más". Me va quedando claro que aquí Gabriella y los arcanos trabajan más bien poco, no sé si estarán afectados por el parón ordenado por el Gobierno o que son así siempre, pero para la próxima vez casi mejor vengo con el futuro ya escrito.

Relleno unos datos supuestamente personales y doy un mail y espero con ansia el veredicto: "¡MIGUEL, LAS CARTAS NO MIENTEN! Va a ocurrir un cambio repentino en tu futuro... ¡Es muy importante!". Para contármelo, y solo por ser yo, Gabriella me ofrece una primera consulta telefónica de diez minutos por un euro. Lo estaba viendo venir, todo lo me falta de tersura en la piel me sobra de intuición.

Decido ahorrarme el euro y esperar a la próxima rueda de prensa de Pedro Sánchez para conocer mi futuro. Él sí que es un experto en cambios repentinos.

Comentarios