La incomparecencia de la víctima de una agresión sexual en Lugo dificulta la condena

La declaración de la joven, que en el momento de la supuesta violación tenía 14 años, resultaba fundamental para determinar la responsabilidad del acusado, pero no pudo ser localizada

El acusado de violación, en la Audiencia Provincial. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El acusado de violación, en la Audiencia Provincial. VICTORIA RODRÍGUEZ

La supuesta víctima de una agresión sexual y de un delito de retención ilegal, que en el momento de los hechos tenía 14 años, volvió a ausentarse, por segunda vez, del juicio que se celebró este miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo. A la vista oral sí compareció el acusado, el joven de origen brasileño Alen Silva de Asís, que se enfrenta a una petición de pena de 16 años de cárcel.

El presidente de la sala confirmó que la joven se encuentra en paradero desconocido y, si bien hay indicios de que pueda hallarse en el extranjero, también aclaró que no existe información oficial alguna sobre el lugar actual de residencia de la supuesta víctima. Ante esa circunstancia, tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitaron la lectura en sala de la declaración que en su momento hizo la supuesta víctima en relación con los hechos juzgados y que sirvió como base para la construcción del relato del propio ministerio público.

A juicio de la Fiscalía, “no existe ninguna razón para no creer en dichas manifestaciones”, porque la prueba testifical practicada en su momento es “perfectamente creíble”, un criterio que fue compartido por la propia acusación particular.  En cualquier caso, se quedan sin una de las principales pruebas de cargo, lo que podría dificultar la condena.

El acusado mantiene que las relaciones sexuales fueron consentidas y asegura que conoció a la víctima de madrugada en un pub latino y que no se imaginó que tenía 14 años

Leída la declaración inicial de la víctima, el ministerio fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y mantiene para el acusado una petición de pena de 16 años de cárcel, 13 por un delito contra la libertad sexual y 3 por retención ilegal, así como que se le prohíba acercarse a la víctima durante diez años y que la indemnice con 6.000 euros por daños morales. La defensa pide la libre absolución por la falta de pruebas.

Según su relato, el acusado conoció a la menor en el verano de 2014 y en otoño de ese mismo año mantuvieron relaciones sexuales consentidas por ella en un hotel ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Lugo, donde ambos consumieron cocaína y cannabis. A finales de 2015, regresaron al mismo hotel y, según el escrito de acusación, “el procesado no hizo caso de las peticiones de la menor” y, a pesar de su negativa, “la sujetó con fuerza hasta agotar el acto sexual”.

La menor no acudió al médico y tampoco le contó lo sucedido a su madre, precisa el relato del ministerio fiscal, aunque ella “tuvo noticia de lo sucedido” a través de una “tercera persona”. Fue en marzo de 2016, cuando el procesado, que conducía su automóvil por una calle perpendicular a Camiño Real, en la ciudad de Lugo, vio a la menor y “empuñando una pistola que no ha sido hallada”, le dijo “súbete al puto coche”.

Fiscal y acusación particular mantienen que la declaración inicial de la acusada debe tenerse en cuenta y piden para él 16 años de cárcel

“Intimidada, subió al vehículo y circuló por varias calles de Lugo en compañía del procesado”, precisa, hasta que “logró escaparse aprovechando el momento en el que el acusado” se bajó del automóvil y entró en un establecimiento. Según el fiscal, la “víctima fue obligada a permanecer en el vehículo en contra de su voluntad durante un tiempo aproximado de quince minutos”, porque el procesado quería reprocharle “que esta hubiera comentado lo sucedido con otras personas”.

LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO. Por su parte, el acusado negó los hechos y aseguró a preguntas de su abogada que “jamás” empleó la “fuerza” con la adolescente. "Mantuvimos relaciones sexuales, pero fueron consentidas. Yo me iba con ella porque era guapa, tenía un cuerpo bonito y mi mujer estaba gorda como una vaca". Con estas sorprendentes palabras trato de justificarse en la sesión del 7 de noviembre, que se aplazó para volver a citar a la menor.

Alen Silva de Asís confirmó que conoció a la menor, que en aquel momento tenía catorce años, en un pub de Lugo que “abre desde la una de la madrugada hasta el día siguiente”, pero la adolescente le dijo que tenía “17 años”, lo que él creyó, por la forma en la que iba vestida y porque estaba en un lugar para personas adultas, a donde la gente iba a “consumir sustancias estupefacientes y a emborracharse”.

La defensa pide la libre absolución por falta de pruebas y que se tengan en cuenta las atenuantes de dilaciones indebidas y consumo de drogas

Según su testimonio, otro día se encontró con la joven por la calle y esta le pidió su número de teléfono para quedar. En su declaración dijo que fue la chica quien se puso en contacto con él y aseguró que “jamás” le había ofrecido drogas a la menor, además de precisar que las relaciones sexuales entre ambos fueron “siempre consentidas”.

De hecho, negó que hubiese ido con ella a un hotel, porque “no tenía dinero”, de modo que las relaciones entre ambos se produjeron siempre en su propia casa, cuando no estaba en el domicilio “su mujer”, porque estaba casado y su permiso de residencia dependía de mantener su matrimonio. “Nunca he tenido un arma en mi vida”, dijo el acusado, quien también dijo que no volvió a ver a la supuesta víctima desde el año 2014 y que se enteró de la denuncia por agresión sexual cuando estaba en el calabozo por un caso de tráfico de drogas.

La abogada de la defensa pidió la libre absolución o, en caso de haber sentencia condenatoria, que se tengan en cuenta las atenuantes de dilaciones indebidas y consumo de drogas por parte del acusado.