De esta vez sí que podrá ser la vencida

Tras años de sequía de plazas públicas, la Xunta acaba de abrir el grifo de las oposiciones a Educación con un anuncio de convocatoria más amplia que las anteriores. El boom en las academias se está haciendo notar y cada vez son más los profesionales, de distintas titulaciones, que optan por una de estas plazas para toda la vida

Carla Vázquez Formoso, preparadora de opositores. J. VÁZQUEZ
photo_camera Carla Vázquez Formoso, preparadora de opositores. J. VÁZQUEZ

A EDUCACIÓN le tocó este año la lotería en forma de plazas. El reciente anuncio de la Xunta de 834 puestos nuevos de profesores para Secundaria; 770, para maestros de Primaria, y 138, para FP, motivó a más de un opositor a lanzarse a estudiar por primera vez o en caso de los más veteranos, buscando tiempo donde no hay para conseguir que, al final, de esta vez sea la vencida.

En la academia Premir, conocen bien este boom. Aunque no se atreven a dar porcentajes de este aumento de interés por convertirse en docentes, en Premir detectan, de unos años para aquí, que cada vez hay más opositores en el sector y, sobre todo, que muchos de estos proceden de profesiones donde la docencia no es la única salida laboral.

"Aquí temos de todo: tanto xente que acabou o ano pasado a carreira e xa vai este ano á oposición como tamén xente que, despois do parón que houbo por falta de convocatorias, volve agora a opositar", explica Carla Vázquez Formoso, pedagoga y preparadora de los temas de didáctica y legislación de los opositores.

En esta academia, calculan un promedio de estudio durante dos años a tiempo completo –entre seis y ocho horas diarias– para poder sacar una plaza de docente. Sin embargo, muy pocos logran hincar los codos tantas horas diarias durante tanto tiempo.

"Hai moitos que empezan a traballar como interinos ou substitutos porque entran nas listas e despois non teñen tempo a estudar. Pero tampouco está mal porque, a cambio, suman puntos por traballar, o que tamén lles dá vantaxes", cuenta Carla.

Fina Cabodevila Fernández es profesora de Inglés en la Escuela Oficial de Idiomas de Ourense. Hace unos diez años que se presentó por primera vez a la oposición. No aprobó pero, a raíz de entonces, empezó a trabajar y encontrar tiempo para estudiar se hizo más difícil.

Cada vez hay más profesionales con salidas laborales alternativas a la docencia que opositan para profesores

"Cando estás nas listas e empezas a traballar, tes a obriga de presentarte todos os anos, aínda que te preparases pouco, para non saír da lista. E así fixen pero houbo catro anos que non houbo convocatorias e dous máis onde estudei a fondo durante medio ano", explica.

Este año pretende estudiar algo más. Su destino, con turno de tarde y niveles altos de inglés, la favorecen porque mucho de lo que prepara para las clases le vale también para la oposición. Lo importante es que, de momento, la motivación no la llegó a perder.

"Tras o exame, váiseche a motivación porque é un pequeno fracaso pero despois volves estudar e preséntaste outra vez. Sen traballo é raro que quedes porque cada vez estás más arriba nas listas pero unha praza fixa dache máis seguridade e máis posibilidades de destinos", dice Fina.

Adrián Vidal Varela está en el extremo contrario. Para él, este será su segundo año como opositor y espera aprobar la plaza de Inglés a la que se presenta.

"O ano pasado traballaba, daba clases particulares e mais estudaba. Este ano só dou clases particulares e estudo. Espero aprobar porque o ano pasado logrei pasar á parte de programación e este ano non vexo por que tería que ser distinto. Un ten que aspirar sempre ao máximo!", afirma.

O sistema de oposición está moi anticuado, é un sistema do século XIX para profesores do século XXI. Valórase máis o coñecemento sobre cousas que non imos tratar directamente e en profundidade nas aulas

Para ello, se está empleando a fondo: seis horas todos los días y, a partir de abril, serán nueve. Dedicar todo este tiempo a la oposición no significa, en cambio, estar mejor preparado para dar clase. Eso es lo que opina Adrián.

"O sistema de oposición está moi anticuado, é un sistema do século XIX para profesores do século XXI. Valórase máis o coñecemento sobre cousas que non imos tratar directamente e en profundidade nas aulas que o ser capaz de transmitir coñecemento ao alumnado", dice.

Mirian Parajes llega a las oposiciones de Educación desde un grado que no se corresponde con ninguna especialidad específica: Ciencias de la Cultura y Difusión Cultural. Aun así se presentará a las plazas de Geografía e Historia, que prepara desde hace dos años.

Creo que non valora suficientemente a destreza pedagóxica e prima demasiado os contidos teóricos

"Tento manter unha rutina de cinco horas polas mañás e dúas pola tarde, pero algúns días varía debido a traballos eventuais. Combino isto con extras na hostelería, sobre todo de noite, porque permíteme seguir a rutina de estudio", apunta.

Mirian tiene un máster en Estudios de la Literatura y la Cultura, aparte del de Profesorado, necesario para acceder a las oposiciones de Secundaria. Además de las oposiciones, también estudia idiomas. Aun así, piensa que el actual sistema para opositar no lo pone fácil ni resulta útil para formar al futuro docente.

"Creo que non valora suficientemente a destreza pedagóxica e prima demasiado os contidos teóricos, que evidentemente son importantes, pero a primeira é fundamental. Ademais, a primeira fase para valorar os contidos teóricos é, en Xeografía e Historia, susceptible de subxectividade, e creo que nos deixa un pouco indefensos ante o tribunal", opina.

Jenifer Souto Pérez tiene 25 años y dispone ya de plaza fija como profesora de FP en la materia de Procedimiento Sanitario. Es enfermera y, mientras trabajaba en el centro de salud de Foz, decidió presentarse el año pasado a las plazas de Educación. Sacó la oposición y quedó entre las cinco primeras. "Los contratos en el Sergas son precarios y la docencia siempre me gustó. Había muchas plazas y me decidí. Me resultó un poco difícil porque había temas de Biología, Anatomía Patológica pero, aun así, creo que eran peores las oposiciones para enfermera del Sergas", explica Jenifer, que echó mano varias veces del grupo de Facebook Profesores de Secundaria de Galiza para encontrar preparadores o temas.

En las oposiciones a Magisterio es todo competitividad. En este tiempo, se cambió el temario y me cuesta adaptarme

Sabela logró también aprobar para las de Primaria, tras pasarse tres años "encerrada", pero se quedó sin plaza. Este año partirá de cero y volverá a intentarlo. "No pude trabajar porque las listas no se movían y me hice autónoma para trabajar como psicopedagoga. Desde septiembre vuelvo a estar ahí. Si puedo, le dedico medio día y los fines de semana completos, pero me lo tomaré con más calma", afirma.

Jesús Ángel Lourés hizo Magisterio y Humanidades. Lleva doce años trabajando. Ahora está en un colegio de Sada. "En las oposiciones a Magisterio es todo competitividad. En este tiempo, se cambió el temario y me cuesta adaptarme. La legislación es especialmente dura", dice.

 Valenciano
"Me acobardé por no saber gallego" 


Juan Miguel acabó Magisterio hace tres años e hizo un máster en Psicopedagogía. "Soy valenciano y estaba convencido de que no la sacaría por no saber gallego. Me acobardé y ya no fui por la tarde. Este año voy más en serio", dice.

Academia
Este opositor se prepara en una academia. Hacerlo solo lo vería inviable. "La carrera es un paseo. Te enseñan metodología pero lo duro es la oposición", opina.