Familia muy querida

Los allegados no encuentran un solo motivo que explique las muertes violentas de A Estrada

Conocidos de la familia apuntan que los fallecidos no tenían problemas económicos y aseguran que el suceso fue "unha gran desgraza" que consterna a "unha parroquia moi unida"
La puerta de la casa precintada, en la que se observan restos de sangre
photo_camera La puerta de la casa precintada, en la que se observan restos de sangre

Las muertes de María José Iglesias Otero, conocida como Marisé, de 56 años; Manuel López Carbón, de la misma edad, y Amelia Otero Torres, de 92 años y madre de la primera, han conmocionado al municipio de A Estrada y, principalmente, a la parroquia de Callobre. Un día después de conocerse el fallecimiento de estas tres personas de la misma familia en trágicas circunstancias, corrieron como la pólvora mil conjeturas sobre los motivos del suceso, ninguna de ellas confirmada ni por la Guardia Civil ni por familiares cercanos a la pareja y a la anciana. Marisé y Manuel eran matrimonio y Amelia la madre de ella, y los vecinos no encuentran una explicación que arroje luz a las posibles causas que desencadenaron la tragedia.

Fuentes vecinales y municipales apuntan que el matrimonio no sufría, aparentemente, problemas económicos que pudiesen provocar discusiones, sino más bien todo lo contrario, gozaban de una buena posición económica: "El traballaba como albanel en Suiza e ela era empregada de fogar. Foron arreglando a súa vivenda pouco a pouco, tirando dos seus aforros", explicaba el lunes una vecina. Por su parte, el Concello estradense asegura que nunca se registraron denuncias de malos tratos ni se conocían indicios de violencia doméstica. El alcalde, José López, volvió a destacar este lunes que "era unha familia moi normal" y que nada hacia presagiar que en el domicilio de A Riba pudiese suceder algo semejante.

FAMILIA MUY QUERIDA. Las tres personas fallecidas eran muy conocidas y queridas en Callobre, principalmente Marisé Iglesias. "Ela colaboraba moito con todo o que tiña que ver con Callobre. A verdade é que non parecía que puidera ter unha depresión que a levara a aforcarse", comentaba consternado el lunes un vecino y amigo de la fallecida. Esta misma persona apuntó, en relación a la anciana, que "Amelia tiña problemas de mobilidade, pero de cabeza estaba perfectamente", pese a sus 92 años de edad.

En la tarde del sábado Marisé Iglesias fue vista por última vez por unos vecinos en el entorno de su vivienda de A Riba

Esta redacción habló este lunes con una familiar directa de Marisé Iglesias, quien confirmó que todos los allegados, desde el primero al último, tratan de buscar una explicación medianamente lógica a lo sucedido. Y no dan con ella. Es tal la conmoción, argumenta esta familiar, que no se explican qué pudo pasar para que ocurriese semejante desgracia en una familia "totalmente normal e cunha situación económica moi boa". La última vez que una vecina vio a Marisé fue el pasado sábado por la tarde, de ahí que -salvo lo que revele la autopsia- se desconozca si las muertes se produjeron en esa jornada o el domingo, día en el que fueron descubiertos los tres cadáveres. De hecho, es probable que los fallecimientos se produjesen el sábado porque, según confirmó el sacristán de Callobre, él tenía costumbre de tomar un café todos los domingos antes de ayudar en la misa de las 10.30 horas. Lo hacía desde hace tiempo por invitación de Marisé (la casa familiar queda al lado de la iglesia). De hecho, el sacristán se extrañó al tocar a la puerta y encontrarla cerrada a cal y canto y, posteriormente, también le pareció algo inusitado que la feligresa no acudiese a la celebración litúrgica.

"¿UNA VIDA PARALELA?". Entre las múltiples suposiciones que se cometaban en los corrillos el domingo pasado, una llamó especialmente la atención: la posibilidad de que Manuel López llevase una vida paralela -con una amante- en Suiza, donde trabajaba durante casi todo el año, a excepción de tres o cuatro meses. Sobre este extremo, la familiar directa consultada afirma que es totalmente descaballedo y que "ninguén na familia pensa tal cousa nin sabe nada de nada". Añade que Manuel y Marisé eran un matrimonio bien avenido: "nunca lles oín discutir" (los vecinos sostienen lo contrario), pero también puntualiza que "o que logo pasa nunha casa portas adentro...".

NO RECIBE DUELO. En todo caso, dada la tragedia sucedida y "lo mal que lo está pasando la familia", como recordó el alcalde, Xosé López, los allegados han optado por no recibir el pésame de quienes se acerquen entre este martes y el miércoles al Tanatorio San Pelayo. Así figura en las esquelas por expreso deseo de los familiares, que no salen de su asombro ante lo acontecido y que ni quieren ni saben ofrecer explicación alguna sobre el terrible suceso.

El vecino que encontró los cadáveres no lograba el lunes articular palabra. "Síntoo de verdade, pero non vou dicir nada. Estou moi afectado".

DOS EN TRES DÍAS. El de A Estrada es el segundo episodio de violencia que se vive en la provincia de Pontevedra en tres días.

El viernes, un hombre se ahorcó en Salceda tras creer haber dejado muerta a su mujer, que se recupera en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

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