Más de 40 vecinos del municipio lucense de Ribeira de Piquín protestaron el martes 4 de abril con cacerolas ante el colegio por el "cierre" del comedor escolar previsto por la Consellería de Educación. Además, hay otros dos centros en la provincia afectados por esta medida, Cervantes y Ourol.
Los padres de los diez alumnos escolarizados en este colegio se sumaron a las protestas, además de los cuatro docentes que también figuran como comensales.
Las movilizaciones, que arrancan a las 12.00 horas y se prolongan durante una hora han sido convocadas por CC.OO., al entender cómo "injustificado" este cierre de los comedores.
Precisamente, el secretario de Ensino del sindicato en Lugo, Ramón Vázquez, al frente de los concentrados, explicó que se trata de centros con "los niños desplazados y en una zona donde las comunicaciones son difíciles".
Acusa a la Xunta de condenar a los escolares a "un servicio deficitario", advirtiendo de que también se opondrán a un "posible" catering que augura que no se ofrecerá en las "debidas condiciones de calidad".
