Vecinos de 28 concellos lucenses podrán subirse desde el lunes al autobús

El plan de transporte compartido de la Xunta arranca para unos 10.000 escolares gallegos, 1.190 de ellos en la provincia ▶ Los buses para niños y adultos llevarán un distintivo específico y 382 acompañantes garantizarán la seguridad en los trayectos

El plan de transporte compartido con el que la Xunta pretende aprovechar las plazas vacantes en los autobuses escolares para mejorar la movilidad de los vecinos del rural echa a andar el próximo lunes en 121 ayuntamientos gallegos, por los que discurrirán un total de 513 rutas que transportarán a unos 10.000 alumnos a sus colegios e institutos. Para ellos nada cambiará: ni los horarios, ni las paradas ni los trayectos. La única novedad es que verán como algunos adultos aprovechan los asientos libres de ese autobús para desplazarse, ya que a menudo la situación de los centros educativos comparten ubicación en capitalidades o cabeceras municipales con servicios fundamentales como el centro de salud, el ayuntamiento, el supermercado o el banco.

Es lo que podrán hacer, por ejemplo, los vecinos de 28 ayuntamientos lucenses en los que se estrenarán las 81 líneas de transporte compartido de la provincia. Los que más posibilidades tendrán serán los vecinos de Chantada,con hasta diez rutas de uso combinado, pero también habrá ocho en Monforte, siete en Sarria, seis en Ribadeo y cinco en Castro y Cospeito. Sin embargo, en muchos sitios la fase inicial del plan de la Xunta tan solo contempla una línea de transporte compartido.
Zonas de transporte compartido para los buses
En estos buses que recorrerán la provincia de Lugo se moverán 1.190 escolares, el 12% de todos los que usan el transporte público para acudir a sus centros en territorio lucense (8.798).

En el caso de A Mariña, el único donde hay problemas con la adjudicataria del contrato —la Ute Morán-Rodríguez—, el transporte escolar y compartido quedará totalmente garantizado, ya que el conflicto es de tipo laboral, en concreto vinculado a la subrogación de empleados.

FUNCIONAMIENTO. Los adultos interesados en el servicio —la mayoría vecinos de zonas del rural con comunicación deficiente— tendrán que acercarse a alguna de las 6.000 paradas de las rutas escolares compartidas y, si los estudiantes no llenan el bus, aprovechar esas plazas previo pago de una tarifa —que la Consellería de Infraestruturas fijó en los contratos de las concesiones que salieron a concurso en 1,40 euros—.

Para reconocer qué autobuses pueden usar y cuáles no, la Xunta diseñó un logotipo en azul y blanco en el que se puede leer Bus compartido. Irá en la parte delantera y trasera de cada vehículo para diferenciarlo del resto.

Además, fuera de los periodos lectivos —verano, Navidad y Semana Santa—, estos vecinos acostumbrados ya a utilizar las rutas escolares no se quedarán colgados, ya que el plan de la Xunta contempla la implantación del llamado transporte a demanda, en el que los interesados deben solicitar el paso del autobús previamente, en un número de teléfono habilitado por la empresa, hasta las 20.00 horas del día anterior. Este novedoso modelo, ya aplicado en otros sitios de España, empezó a funcionar ya en agosto en algunos lugares de la comunidad.

ACOMPAÑANTES. Para resolver el principal punto de fricción y recelo que provoca el transporte compartido entre las asociaciones de padres de alumnos y en la oposición política, el de la convivencia de adultos y menores a bordo, la Xunta contempla que todas las líneas lleven un acompañante a bordo. Era una condición indispensable para adjudicar los nuevos contratos y, así, las empresas concesionarias incorporaron a 382 cuidadores, que en teoría serán suficientes para hacerse cargo de las 513 líneas ya que una misma persona podrá prestar servicio en varios buses cuando no exista coincidencia horaria.

Estos monitores tendrán la capacidad, si es preciso, de vetar a pasajeros durante los viajes si los consideran conflictivos, así como sobre el reparto de asientos. De todas formas ante el inminente inicio del curso y mientras no se Zonas de transporte compartido Distintivo que lucirán los buses de transporte compartido asienta el nuevo plan, no estarán solos.

Agentes de la Guardia Civil prestarán especial atención y apoyo, más allá de sus habituales labores de inspección de los vehículos utilizados para el transporte de estudiantes, de modo que todos cumplan así con la normativa en cuanto a antigüedad, papeles en regla o sistemas de seguridad como los cinturones. La nueva cifra de acompañantes del bus escolar supone incrementar en un 60% la cantidad existente hasta ahora. Y es que con base en un decreto de 1996, tan solo es obligatorio que esta figura exista en buses con escolares de infantil y primaria, pero habrá monitores en todas las rutas compartidas.

DATOS GALLEGOS. En Galicia casi 90.000 alumnos tienen derecho al transporte escolar público (36.008 en A Coruña, 35.499 en Pontevedra, 8.798 en Lugo y 8.035 en Ourense). De ellos, se aplicará el compartido desde el lunes para unos 10.000 (2.639 en Pontevedra, 4.356 en Ourense, 1.190 en Lugo y 1.007 en A Coruña). De las 513 líneas, hay 281 en Ourense, 105 en Pontevedra, 81 en Lugo y 46 en A Coruña.

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