Vecinos de Chantada, hartos de una charca contaminante tras su edificio

Dicen que todo tipo de fauna y basura se amontonan en agua acumulada en una finca anexa
Charca junto al edificio de Chantada. M. PIÑEIRO
photo_camera En la charca se acumula una gran cantidad de residuos, hasta una furgoneta abandonada. M. PIÑEIRO

Hace años que residuos de todo tipo se acumulan en una gran charca ubicada detrás de un edificio de Chantada, en el número 124-126 de la Avenida de Monforte. Los vecinos están hartos y piden que se acabe con un problema que, según detallan algunos de los afectados, sufren desde la construcción del bloque a comienzos del presente siglo.

El agua está empantanada en una finca anexa privada situada en un terreno más elevado que el propio inmueble, lo que provoca que en épocas de lluvia abundante llegue a anegarse el garaje. Así lo denuncia la comunidad de vecinos, que ha puesto la situación en conocimiento del Ayuntamiento y el Seprona, aunque la solución es compleja al no tratarse de un solar público.

Los residentes en el edificio destacan la insalubridad del entorno por culpa de la charca, en cuya superficie permanecen juguetes viejos y objetos de otro tipo descomponiéndose. En uno de los extremos hay hasta una furgoneta abandonada. Algunos vecinos consultados afirman que el vehículo lleva años en el lugar sin que nadie lo retire.

Los vecinos proponen instalar un desagüe o un sistema de canalización

Además, subrayan que en las temporadas de lluvia es peligroso caminar por la zona, pues la charca, que colinda con huertas y caminos, no está cerrada y el agua se acumula de tal forma que alcanza varios metros de profundidad. Los residentes temen que un día pueda producirse un accidente.

En verano, la situación es si cabe peor por el hedor que desprende la charca y la fauna que la habita. Los vecinos aseguran haber visto ranas, serpientes y hasta ratas en los alrededores.

ALTERNATIVAS. Tanto el terreno donde está la charca como las fincas colindantes son privadas, así que toda solución pasa por llegar a acuerdos con los propietarios. Los vecinos creen que una alternativa puede ser instalar un desagüe, una bomba o un sistema de canalización para mover el agua.

En el edificio en cuestión residen unas 25 familias, hartas de un problema que se alarga desde hace años sin que nadie lo haya solventado aún. "Desde el año 2006 que vivimos aquí recordamos la charca", apunta uno de los residentes cuestionados.

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