Unidos en casa... y también en la pista

EL RUNNING o, lo que es lo mismo, salir a correr, se ha convertido en los últimos años en el deporte de moda, también en Lugo. Cada vez son más las personas que se echan a la calle ataviadas con mallas y zapatillas de deporte, lo que ha provocado la proliferación de carreras populares, que baten récords de participación año tras año.

Su sencillez, lo económica que resulta la práctica y la adicción y buenas sensaciones que genera se apuntan como las claves de éxito de este deporte. Son muchas las personas de todos los ámbitos laborales y culturales que, por unos u otros motivos, han decidido calzarse unas zapatillas de deporte para correr por pistas deportivas, senderos o calles.

Familias al completo que practican deporte y que participan en carreras como la lucense por excelencia, el Corre con Nós, cuya edición número catorce comienza mañana. Abuelos, padres, hijos y nietos tomarán la salida en las pistas de atletismo Gregorio Pérez Rivera. Familias como los Gontá, Fernández, Mouriño, Folgueira o Herrán, que disfrutan compartiendo una misma pasión.

DIEZ CORREDORES

Emilio Gontá lleva más de 50 años practicando atletismo, desde que siendo un niño participase en algunas de las carreras que se celebraban en el barrio lucense de Montirón. «Hace años poca gente corría por la ciudad, y a los que lo hacíamos nos llamaban locos. Nada que ver con lo que sucede hoy», dice.

Perfecto conocedor de las virtudes de este deporte, Emilio y su esposa, también corredora habitual, inculcaron desde muy pronto los valores del atletismo a sus hijos. Como entrenador del equipo de atletismo del colegio Hermanos Maristas de Lugo, vio comenzar la andadura de sus hijos en un deporte que siguen practicando y al que después aficionaron a sus respectivas parejas e hijos. Hoy son diez los miembros de la familia Gontá que acuden de manera periódica casi a cada carrera popular que se celebra en Galicia.

Los niños se engancharon al deporte, dice, «haciéndoselo ver como un juego, asesorándoles acerca de los beneficios del ejercicio físico y llevándoles a ver carreras». Hoy en día participan todos en ellas e incluso, «de vez en cuando -presume Emilio- son varios los miembros de la familia los que logran subir al podio».

Los Gontá se declaran «dependientes» del calendario de carreras, «y nos encanta, además de correr, disfrutar de los viajes, de la relaciones de amistad que se crean», dice Emilio. «Mis nietos, cuando nos juntamos, ya piden una carrerita», añade orgulloso. «Corremos todos, mujeres y hombres y, lo que es más importante, nos lo pasamos de maravilla», concluye.

ORDEN INVERSO

En el caso de la familia de José Manuel Fernández, fueron los más pequeños de la casa los que sembraron la afición por el atletismo. Con seis y cinco años respectivamente, Ricardo y Sandra, que hoy rondan la veintena, comenzaron a practicar ese deporte en el colegio y, algunos años después, José Manuel se apuntó a su primera carrera, eln un Corre con Nós.

A partir de entonces, la progresión del padre de familia como corredor ha ido a más, llegando a crear un equipo, el Verxel Nutrición Deportiva. «Lo que empezó casi como una broma se ha convertido en algo más serio», dice José Manuel, que se prepara para participar en un campeonato del mundo que se celebrará en Budapest en marzo del próximo año.

También su mujer, Mar, se ha iniciado en el atletismo, por lo que son muchas las pruebas populares en las que han coincido los cuatro sobre el asfalto. «Hay algunos piques», reconoce entre risas José Manuel, «aunque lo mejor de participar en estas pruebas es el ambiente familiar que creamos alrededor de la competición». El padre de la familia Fernández reconoce que «un mes antes de comenzar las vacaciones ya corremos al calendario para comprobar qué carreras se disputan allí a donde vamos».

La organización de los primeros Corre con Nós «fue el inicio de toda la pasión que despierta hoy el running en la ciudad», dice, un deporte «en torno al cual se reúnen muchas familias», concluye este corredor.

COGERLE EL GUSTO

Fernando Mouriño siempre se ha considerado un deportista. Sin embargo, nunca había participado en una carrera popular hasta hace apenas dos años. Y desde entonces no ha parado. Este será su tercer Corre con Nós, prueba a la que acudirá acompañado por los pequeños Diego e Inés, sus dos hijos de siete y seis años. Ambos «fueron los que me liaron para que participase en aquella primera carrera de 2011», asegura Fernando.

En el colegio eran muchos los compañeros de Diego e Inés que comenzaban a dar sus primeros pasos como atletas, lo que llevó al padre de los jóvenes corredores a inscribir a ambos, y también a él mismo, en la carrera lucense.

En la actualidad, como miembro del club Montepenarrubia Running, Fernando reconoce «haberle cogido el gusto» al atletismo, y participa durante todo el añó en una media de dos carreras al mes.

Los niños también se han enganchado al running. Lo importante, entiende su padres, «es que se interesen por el deporte en general y que disfruten del ambiente de las carreras». Un ambiente que describe como «familiar, en el que los que no corren animan y ayudan en todo lo que pueden. Cargan con la comida, la ropa o hacen fotografías», dice. Cada uno desde su puesto, «creamos un divertimento fundamentado en los valores positivos que aporta el deporte».

Beneficioso para padres e hijos, Fernando aboga por la inversión de las administraciones públicas en pruebas como el Corre con Nós y recuerda con satisfacción que, gracias a ellas, desde hace algunos años, «correr ha dejado de ser sinónimo de castigo».

DEL AMOR AL ODIO

A Mary Gómez «ni de broma» se le hubiese ocurrido comenzar a correr hace algunos años. Hacerlo en pleno invierno, con el fuerte frío o bajo la lluvia le parecía «una cosa de locos». Al menos, eso pensaba cuando acudía a ver correr a su marido, Francisco Folgueira. a alguna de las muchas pruebas en las que él participaba. «Era algo que al principio odiaba», aclara, pero poco después ella comenzó a ir regularmente al gimnasio y eso le llevó a subirse por primera vez a una cinta de correr. «Los primeros meses simplemente caminaba sobre ella», recuerda. Poco a poco, reconoce, comenzaron a mejorar sus condiciones físicas y eso la animó a seguir, y dio el salto a correr en exteriores. Hoy en día es una de tantos los que se declaran enganchados a este deporte.

Juan, su hijo de diez años, le recuerda a como era ella. «No presenta especial interés por el deporte», dice, pero este año, motivado por la continua actividad de sus padres, ha decidido comenzar a correr y ya se prepara para el Corre con Nós. Entrenar en familia, en las proximidades de su casa, «es la mejor forma de animarlo a practicar deporte», asegura su madre.

En casa de los Folgueira solo la más pequeña, Laura, de seis años, escapa, de momento, a tener que calzarse las zapatillas de deporte. «A ver si el próximo año, animada por su hermano y por algunas compañeras de colegio que ya corren, se atreve a participar en alguna prueba», dice Mary, quien verá entonces la familia al completo sobre el asfalto.

DEPORTE Y DIVERSIÓN

Atletismo, baloncesto, tenis, natación, yudo o piragüismo. Los pequeños Froilán y Nicolás Herrán han practicado a lo largo de sus diez y ocho años de vida, respectivamente, un importante número de deportes. «Lo más importante es que disfruten de las ventajas de hacerlo y que encuentren el que más les guste», dice su padre, Ángel Herrán.

Ángel participa en pruebas deportivas populares desde 2005, aunque corre desde la adolescencia. Sus dos hijos comenzaron participando en el Corre con Nós en cuanto la edad se lo permitió. Este año, a los tres hombres de la casa se ha unido la madrina de Nicolás, Marta Dacal, «que poco a poco se ha ido animando a participar en pruebas de mayor distancia y que este año se estrena en la prueba lucense». El calendario de las carreras, «y el del CB Breogán», añade Ángel, «determinan nuestras salidas y tiempo de ocio. Aprovechamos los viajes para correr y para visitar a amigos», reconoce.

Ante la proximidad de las carreras, los niños se muestran «nerviosos, deseando comenzar a correr, y entrenan hasta dentro de casa», apostilla su padre.

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