Unanimidad en Ribadeo para aprobar el régimen jurídico de la futura residencia

El Concello prevé solicitar a la Xunta en Septiembre el permiso para abrir el centro a final del año. El acceso requiere el empadronamiento y hay un supuesto para personas que necesiten atención temporal tras una hospitalización

Exterior de la futura residencia de ancianos de Ribadeo. IRIA LV
photo_camera Exterior de la futura residencia de ancianos de Ribadeo. IRIA LV

Los trámites para abrir la residencia municipal de ancianos de Ribadeo, que gestionarán Concello y Diputación de Lugo, prosiguen según el calendario marcado desde el último pleno de este verano. Tal y como anunció entonces el alcalde, el nacionalista Fernando Suárez, un paso necesario es el de la aprobación del régimen jurídico que regulará el centro. Todos los grupos políticos votaron a favor en la sesión plenaria extraordinaria celebrada este jueves por este motivo. El documento que rige la ordenanza económica, el acceso y el funcionamiento del geriátrico, estará expuesto al público un mes, en la web del ente local y en el consistorio, para someterse a posibles alegaciones.

Volverá a un pleno posterior para analizar las propuestas ciudadanas recibidas. Se prevé que en septiembre se pueda solicitar el permiso de apertura que ha de conceder la Xunta, —el denominado Pía—, y tras los preceptivos trámites y plenos posteriores, calculan que en noviembre estaría lista la tramitación para abrir.

El regidor insiste en que no se le prohibirá a nadie el acceso, pero tendrán prioridad los ribadenses para ocupar sus más de 40 plazas; seguidos de los mariñanos y, en tercer lugar, de los habitantes del resto de la provincia de Lugo. Incide además en que las tarifas serán asumibles para todos: "Vanse regular prezos reducidos en función das capacidades dos usuarios, de xeito que ningúen que precise o servizo quede sen el pola carencia de recursos".

Junto a la Diputación, "que é a gran valedora de Ribadeo, este goberno está a facer política social de verdade e a residencia será a envexa de moitos", sostiene Suárez. El objetivo es llevar adelante este proyecto "a pesares dos paus nas rodas que outras administracións autonómicas nos teñen posto sempre". Con referencia a la Xunta, el munícipe opina que "xa que non puxo un peso enriba da mesa, polo menos que non poñan problemas para abrir canto antes, cuns prezos e cunhas garantías e calidades que serán a envexa de moitos lugares", subraya.

DERECHOS LINGÜÍSTICOS. En la ordenanza de régimen interno resulta curioso el artículo 13, relativo a los derechos de los usuarios, ya que subraya que hay respetar los derechos lingüísticos de los internos. No se puede comer, ni beber en las habitaciones. Tampoco fumar, atendiendo a la normativa sanitaria sobre el tabaquismo. El documento recoge el horario del futuro centro para comidas o desayunos —este se servirá de ocho a diez de la mañana; el almuerzo entre las 11.30 horas y las doce; la comida de una a dos y así hasta la cena, de ocho de nueve.

Las normas de acceso dejan clara la necesidad de estar empadronado -quien no lo esté, debe dirigir a la Diputación su solicitud, pero inciden en que el que no esté en el padrón, solicita inscribirse ya que en diez días tendría el certificado y el acceso si hay plaza.

PARTICULARIDADES. Se puede entrar desde los 65 años si el demandante presenta un determinado deterioro físico o relacional que haga necesaria la atención. También se tendrá especial consideración con quien se encuentre en una situación de necesidad o riesgo social o sanitario, aunque sin padecer enfermedades infecciosas contagiosas o alteraciones mentales y pérdida de autocontrol. Es más, el texto contempla una modalidad de acceso excepcional o de emergencia de 30 días, prorrogables a otros 30, para personas mayores que por intervenciones quirúrgicas u otros extremos necesiten atención durante ese tiempo. Estará condicionado a la disponibilidad de plaza, pero intentarán reservar una al menos para estos supuestos. Si no hubiera plaza en Ribadeo, la Diputación buscaría en otro de sus centros.

Sería posible reducirle el precio al usuario que vaya a estar fuera del centro más de 30 días al año o incluso si está fuera por hospitalización. Pero puede perder la plaza el que se ausente, sin justificación, 30 días, o el que deje de pagar continuadamente.

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