La joven detenida en 2015 en Gandía que se disponía a viajar a Siria ha negado este lunes que tuviese intención de ir a ese país para enrolarse en el Dáesh, pero ha admitido que simpatizó con ideas del grupo yihadista influida por una amiga porque "era muy inocente y un poco 'tontita'".
"Resulta que soy yo la mala y la condenada en la cárcel y esa chica disfruta de su vida en la calle", ha lamentado, al incidir en la idea de que se sienta en el banquillo por culpa de esa amiga.
Raja E.A., de nacionalidad marroquí y que tenía 18 años en el momento de su arresto, se ha desmarcado así en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional de las acusaciones de la Fiscalía, que pide para ella 9 años de prisión por un delito de integración en banda terrorista.
Según la acusada, que solo ha aceptado contestar a preguntas de su abogado, nunca ha tenido intención de viajar a Siria ni de captar o convencer a nadie para enrolarse en el Estado Islámico porque ella "nunca" ha pertenecido a ninguna organización terrorista.
Fue una amiga, ha declarado, quien la empezó a influir acerca del Dáesh y que incluso la llegó a instar para viajar a Siria a hacer la yihad femenina. "Me ponía una imagen muy buena de ese sitio. Yo al no saber nada le seguía la corriente", ha admitido. Aunque según ella siempre rechazó las insinuaciones de su amiga, la acusada ha confesado que llegó a ponerse burka por ella durante dos semanas pero que pronto se lo quitó porque "era muy incómodo" y porque le "agobiaban" las ideas de su amiga.
La joven ha insistido en acusar a esa chica -que "iba toda cubierta menos la cara"- de hablarle constantemente a favor del Dáesh e incluso ha explicado que cuando ella ya estaba detenida "llegó llorando" a su casa para pedirle perdón y confesó que "estaba obligada" a hablarle a favor del grupo terrorista.
También ha alegado que sufrió "una depresión" durante un tiempo motivada por una ruptura con su pareja y por una enfermedad que padecía su tío que, para ella, era "como un hermano".
Por su parte, el inspector que dirigió la investigación ha corroborado que la acusada difundió numerosas imágenes, vídeos y comentarios a favor del Estado Islámico a través de más de siete perfiles que tenía abiertos en diferentes redes sociales. Algunos de ellos se han podido ver en la sala, a petición de la Fiscalía, en los que se mostraba una ejecución del Estado Islámico y varias imágenes de entrenamiento militar junto con las banderas del grupo yihadista.
Según el inspector, la acusada "estaba absolutamente a favor" de las imágenes que mostraban decapitaciones e incluso llegó a publicar mensajes como "Lo único aceptable es cortar cabezas" o "Me iré u os arrepentiréis".
