"Llegamos a Galicia para empezar de cero"

Una familia de Sarria, con cinco hijos, busca una casa para vivir por un precio simbólico

El matrimonio, que se mudó el pasado año desde Barcelona, pide trabajo y una vivienda "económica"

Una familia de Sarria solicita ayuda para tener una casa en la que vivir a cambio de "cuidarla y mantenerla, o por un precio económico", señala el matrimonio formado por María Isabel Núñez Fernández y Ricardo Márquez Tinoco, que tiene cinco hijos y se encuentra sin trabajo.

Esta pareja llegó a Sarria el pasado mes de junio procedente de Barcelona, tras ser desahuciada de su piso por arrastrar deudas del alquiler y encontrarse en situación de desempleo. En la villa la familia arrendó una vivienda, donde dispone de un pequeño huerto y gallinas, cuenta el matrimonio, que cobra "700 euros" de la Risga y recibe alimentos de Cáritas Interparroquial de Sarria. En aquel momento firmó un contrato de alquiler por seis meses, con la previsión de renovar "otros seis", aunque el pasado diciembre la propietaria del inmueble "nos dio un plazo de un mes para que nos buscáramos otra casa, pero nada, no la encontramos", asegura la familia.

Según la versión de María Isabel Núñez y Ricardo Márquez, la dueña de la vivienda "dice que la quiere vender, que le corre prisa por sus hijos, y que no se hace cargo si pasa algo en la finca, aunque la casa no está para caer".

El matrimonio asegura que debe "dos meses" de alquiler, pero "cuando estemos en otro piso le vamos a ingresar algo todos los meses, no nos negamos a pagarle, solo le pedimos un respiro".

DESALOJO. Afirma que ahora la propietaria les dio de plazo hasta este mismo viernes para abandonar el inmueble, aunque no tienen previsto hacerlo hasta encontrar un nuevo domicilio.

"¿Qué hacemos? ¿Reventamos una puerta para entrar en una casa?", se pregunta la pareja, que tiene cinco hijos de entre 8 y 15 años de edad, quienes están escolarizados en Sarria.

Ante su situación, una amiga les ofreció su propia vivienda, pero "solo tiene dos habitaciones y una sala y, con ellos dentro, no cogemos todos", dice.

La familia argumenta que no logra un inmueble para arrendar porque "necesitas contrato de trabajo y aval" y desde su llegada de Barcelona únicamente contó ella con un empleo "que dejé al no asegurarme", mientras que él estuvo "solo un día en una granja al no tener cómo llegar hasta allí".

"Estaríamos dispuestos a cuidar animales, a trabajar en el campo, a lo que haga falta. Pedimos ayuda para vivienda y trabajo, es lo básico", afirma este matrimonio "desesperado" por la difícil situación en la que se encuentra.

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