El polígono industrial de Ribadeo, el más joven de la comarca mariñana se acaba de estrenar con el traslado de dos empresas locales, Ecimán y Xoula, dedicadas al mantenimiento de instalaciones deportivas y a la climatización, que se fusionaron con la idea de pasar ambas a este parque empresarial, a fin de ser más competitivas. A pesar de la crisis, las obras para levantar naves en este nuevo espacio en el barrio de Vilar siguen su curso y está previsto que, de cara al verano, puedan estar terminadas las de otros cuatro negocios, uno de ellos, de A Pontenova.
Concretamente, se acaba de levantar la estructura de una nave de talleres Teauto y se están cimentando ya otras para acoger una empresa de mariscos y pescados de la vecina localidad de Rinlo, otra de distribución de vinos llamada Deo; una más especializada en el reciclaje de residuos de obras, como es Gratelu y su asociada Sondeos de Occidente Perforaciones, así como la pontenovesa Construcciones Metálicas Cotarelo.
Ser los primeros en ocupar un espacio tiene ventajas e inconvenientes, aunque para los propietarios de la primera nave que ya funciona a pleno rendimiento en el polígono ribadense, los problemas incomodaron su traslado más de lo previsto.
Consiga AQUÍ la información completa
