Una de romanos en las fiestas de As Pontes

Los relojes retrocedieron varios siglos en As Pontes y parte del pueblo se quedó medio desierto. Todo excepto el casco antiguo de A Vila, donde se concentró el rebumbió para revivir la llegada del Imperio Romano. 

La tercera Cita coa Historia –que en cada edición se centra en una época histórica diferente– avanzó de los castros hacia la romanización, con la llegada del latín y otras costumbres, en una localidad donde quedan huellas de su paso, como el puente romano que se mantiene actualmente en el barrio del Chamoselo. 

Después de la apertura del mercado y el castro romano, que se levantó en la Praza da Igrexa, el viernes por la tarde, y del pregón de José María López Ferro, este sábado fue un día lleno de actos y propuestas, acompañados por un sol que animó a vecinos a visitantes a disfrutar entre la historia. 

En la plaza del antiguo cementerio se instaló una ludoteca, hubo juegos infantiles y danza romana, además de un taller participativo para la construcción de una escultura con mimbre, de la mano de Idoia Cuesta; una cita con Gemola, una contadora de cuentos que arrancó muchas sonrisas, y un espectáculo de cetrería, uno de los grandes reclamos para los más pequeños, que también recibieron clases para convertirse en futuros guerreros. 

El programa se completó con una ruta guiada con los vecinos de A Vila, animación musical con las gaitas de Canavella y Os Trevillas, luchas de gladiadores, teatro de guiñol y espectáculos de animación por las calles, a lo que por la noche se sumaron a orillas del río Eume los conciertos folk de Pan de Capazo, Sacha na Horta y Carlos do Viso. 

La programación continuó este domingo a lo largo de toda la jornada, con más romanos y más actividades. Tanto por la mañana como por la tarde, se celebraron juegos infantiles, que se suman a las atracciones –un barco pirata y el tiovivo–, dos desfiles militares de legionarios romanos lucenses –la asociación PAX programó uno para las 11.30 horas y otro para la tarde, a las 18.00 horas– y nuevas luchas de gladiadores, así como más espectáculos de cetrería, baile y otras muchas propuestas para otro día romano. 

En la Rúa dos Oficios continuaron las demostraciones en vivo de artesanía. Hubo alfarería, telares, un herrero, cantería, talla en madera, torneado o incluso se pudo conocer de primera mano el trabajo de los luthiers para crear los instrumentos musicales. 

A lo largo del día se pudieron hacer fotos en el photocall para optar a los dos premios del certamen, un cofre Wonderbox valorado en cien euros para los adultos y un vale de material escolar de 50 euros.