"Alto, fuerte y correoso", así es el herido en la nueva agresión en el Hula

Un vigilante del Hula, apuñalado al tratar de frenar a un intruso ► El hombre estaba empeñado en ver a su pareja, una mujer que había sido detenida a media tarde en la calle San Roque
Entrada del HULA. AEP
photo_camera Entrada del Hula. AEP

Un vigilante de seguridad del Hula recibió este domingo al menos dos puñaladas, en un costado y en un brazo, al intentar impedir el acceso de un hombre que se personó en el hospital empeñado en ver a su pareja, una mujer que había sido detenida a media tarde en la calle San Roque.

El agresor fue inmediatamente detenido por las patrullas de las policías Local y Nacional que se encontraban en ese momento en el hospital y se barajaba que el herido fuese trasladado a quirófano, según apuntaron fuentes policiales.

No obstante, en torno a las 22.30 horas de este domingo, el herido estaba aún siendo atendido en un box de críticos del hospital lucense, según explicaron compañeros. La gravedad exacta de las heridas no se conocía este domingo, aunque  el personal de seguridad del hospital sí pudo confirmar que "parece que su vida no corre peligro, aunque se le está atendiendo en críticos".

El ataque tuvo lugar a última hora de la tarde. El agresor se presentó en el hospital armado de un cuchillo de importantes dimensiones e intentó abrirse paso a cuchilladas para que le dejaran ver a su pareja.

La mujer había sido detenida a media tarde de este domingo por la Policía Local en la calle San Roque por provocar un incidente. Según fuentes policiales, se trata de una persona problemática, que causa altercados con frecuencia.

Al recibir el aviso de un incidente en la calle, se desplazó hasta San Roque una patrulla y la mujer se puso violenta, por lo que fue detenida. Dado el estado de alteración en que se encontraba, los agentes la trasladaron al Hula para que fuera evaluada en el servicio de Psiquiatría.

Mientras la mujer permanecía en el Hula, su pareja se personó en el hospital exigiendo verla y, cuando se le impidió el acceso, se marchó en busca de un cuchillo y regresó y atacó al vigilante.

El agresor fue interceptado inmediatamente y detenido gracias a que en ese momento se encontraban en el hospital dos patrullas, una de la Policía Local, precisamente la que custodiaba a la pareja del agresor, y otra de la Policía Nacional, que también se encontraba en el área de Urgencias del Hula acompañando a otro detenido al que se había trasladado para que recibiera asistencia sanitaria.

Perfil | "Alto, fuerte y correoso"
El ataque que recibió este domingo un vigilante de seguridad del Hula fue muy violento, según apuntaron compañeros del hombre, que destacaban que se trata de una persona de una gran fortaleza física, contra la que no es nada fácil arremeter. "Es un compañero alto, fuerte y correoso", explicaba un compañero, que se lamentaba de que "esto se veía venir hace tiempo".

La sección de seguridad privada de UGT lleva meses denunciando las constantes agresiones que sufren los vigilantes por parte de pacientes y acompañantes. Esa central reclama que se dote a los profesionales de más medios, como camisetas antitrauma, geles de pimienta o, para situaciones más excepcionales, incluso escudos. 

Más allá de demandar más recursos humanos, los vigilantes insisten sobre todo en la necesidad de medios técnicos y protocolos que les ayuden a controlar mejor las agresiones, que son cada vez más frecuentes, advierten. 

El sindicato aseguró recientemente que hay una media de tres altercados diarios y que cada vez se producen más agresiones violentas. La última que trascendió se produjo el pasado mes de octubre, cuando un paciente de psiquiatría intentó estrangular a un vigilante y atacó a un médico. El vigilante tuvo que recibir asistencia médica y coger la baja, ya que se le prescribió reposo absoluto como consecuencia de las lesiones que sufrió durante el ataque. 

La agresiones graves a los vigilantes se suceden cada vez con más frecuencia, dicen, pero la de este domingo habría sido la peor hasta el momento.