Opinión

¿Un relator?

LOS MOVIMIENTOS antes del juicio del procés asustan porque apuntan más cesiones del Gobierno en el preámbulo de la vista. Cesiones tales como la figura de un mediador en la mesa de partidos llamado relator por Moncloa. Admitir un mediador para negociar con los independentistas supone admitir parte de sus peticiones en plena presión presupuestaria y preámbulo judicial. Lo destapó Miquel Iceta, que siempre se debate en la doble moral, esto es, entre el síndrome de Estocolmo con los separatistas y la legalidad constitucional. Estar en misa y repicar es igual de difícil que soplar y sorber, de forma que el líder del PSC sigue siendo la correa de transmisión del cortejo monclovita a quienes dieron un golpe de Estado por el que van a ser juzgados. Iceta dijo que es una figura para «dar fe de lo que se habla», pero el Gobierno disimula con el disfraz del notario relator para dialogar sin PP ni Ciudadanos, la fuerza más votada en Cataluña. Si se consuma la presencia del relator estaremos ante otra bajada de pantalones más para sostener a Sánchez en Moncloa.

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