Un jubilado llega a Lugo desde Suiza en un coche movido solo con pedales

Armin Ziegler emprendió el viaje hace dos semanas. Este ingeniero hizo una media diaria de 150 a 200 kilómetros
Armin Ziegler, dentro de su velomóvil, al lado de la catedral
photo_camera Armin Ziegler, dentro de su velomóvil, al lado de la catedral

Hacía muchos años que el ingeniero civil Armin Ziegler, de 65 años, soñaba con hacer uno de sus asiduos viajes desde Suiza a Lugo -donde viven su hija Daniela y sus nietos- en un velomóvil. Es decir, un coche de 25 kilos de peso, movido a pedales en el que solo iría él y su ligero equipaje. Quería hacerlo pero no tenía tiempo. El pasado mes de enero, Armin Ziegler vendió su empresa de estructuras de construcción aerodinámicas a sus trabajadores y, ya jubilado, comenzó a planificar esta aventura.

Una aventura que temía no concluir al principio -dado que nunca antes había hecho un viaje tan largo en este vehículo- pero que, en cuanto llegó a Barcelona, la vio más viable. Entre otras cosas, porque su hija le prometió que iría a rescatarlo desde Lugo si desfallecía en algún momento. No hizo falta. Armin Ziegler mantuvo su disciplina diaria de hacer entre 150 y 200 kilómetros a una velocidad media de 40 kilómetros hora. Al final, llegó el pasado martes a Lugo, después de dos semanas y tras hacer 180 kilómetros en su última etapa, desde Ponferrada, en nueve horas. Así fue cómo Armin cumplió su objetivo: llegar a Lugo desde la ciudad suiza de Neuchatel en el velomóvil para asistir a la Primera Comunión de su nieto Andrés. Atrás dejaba ciudades como Nimes y Montpellier, en Francia, o Barcelona, Logroño, Burgos y León, ya en España.

"Generalmente, fui siempre a una media de 40 kilómetros por hora pero podría ir a 60, incluso a 100 cuesta abajo, lo que pasa es que eso ya es algo peligroso. Por lo demás, en terreno llano, podía llegar a hacer 200 kilómetros diarios", cuenta el jubilado, quien añade que nunca se resintió de agujetas.

IDEA. Armin comenzó a tejer la idea de comprar este vehículo hace tres años. Hasta entonces, había recorrido miles de kilómetros en bicicleta. "Comencé a hacer bicicleta a los 40 años. Llegué a hacer rutas de 500 kilómetros. Recorrí Argentina en tándem y también Islandia y la costa oeste de Norteamérica pero mi idea era tener un vehículo a pedal, bien protegido y que no ofreciese resistencia al viento y lo encontré en una empresa alemana, Biwss", afirma.

Hasta el momento, Armin había probado el coche en tres ocasiones, en viajes de 200 kilómetros (uno de ellos, alrededor del lago de Ginebra), pero este era su primer viaje de larga distancia. Ahora, el velomóvil se quedará en Lugo dos o tres meses hasta que emprenda una nueva aventura: viajar a Málaga y, desde allí, coger un barco que lo lleve a Génova para volver después, por Italia, a Suiza.

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