Un joven de Murcia, autor de una amenaza de bomba en un instituto "por amor"

El hombre, de 27 años, fue detenido tras realizar una llamada amenazante que informaba de la colocación de un explosivo, con música árabe de fondo y cuyo contenido incluía la frase 'Alá es grande'. El detenido asegura que lo hizo para que su exnovia saliera de clase porque no podía esperar

Un joven de 27 años ha sido detenido en Cartagena como presunto autor de una amenaza de bomba en un instituto de secundaria de la ciudad que, según dijo a la Policía, había realizado "por amor", ya que no podía esperar a que saliera de clase su exnovia.

Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron el pasado 15 de enero en un instituto de Cartagena cuando se recibió una llamada amenazante desde un teléfono oculto que informaba de la colocación de una bomba, con música árabe de fondo y cuyo contenido terminaba repitiendo la frase, Alá es grande.

La Policía, teniendo en cuenta que el nivel de alerta terrorista en España se sitúa en 4 en una escala de 5, estableció los protocolos de actuación ante tales circunstancias.

Esto supuso la evacuación de las 700 personas que se encontraban en el centro educativo, la mayoría adolescentes, así como el acordonamiento de un perímetro de seguridad, la interrupción del tráfico entre la plaza de Alicante y la Asamblea Regional, y el cierre de los comercios de la zona.

Finalmente, y haciéndose cargo de las investigaciones la Brigada Local de Información de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Cartagena, pudieron certificar que la llamada tenía presumiblemente otro tipo de intenciones, así como la inexistencia de artefacto explosivo.

A continuación, los agentes competentes en la investigación de delitos relacionados con el terrorismo iniciaron las pesquisas para determinar al autor de la amenaza y concluyeron con su detención el pasado martes.

El acusado es un hombre de 27 años de nacionalidad española, sin antecedentes policiales, que declaró, en presencia letrada, que su acción criminal la realizó porque su expareja estudiaba en el centro educativo y no quería esperar a que saliese de clase.

Según las fuentes, el acusado puede ser condenado con penas de hasta tres años de prisión y multa, por un delito de desordenes públicos.

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