Un incidente de seguridad motiva el cierre temporal de la Casa Blanca

Se suma al realizado este martes, después de que un hombre que escapaba de las autoridades saltara la valla que protege la residencia del presidente estadounidense
Personal de seguridad de la Casa Blanca
photo_camera Personal de seguridad de la Casa Blanca

Un nuevo incidente de seguridad motivó este miércoles un cierre temporal del complejo de la Casa Blanca, que siguió al realizado este martes después de que un hombre que supuestamente escapaba de las autoridades tras perpetrar un robo saltara la valla que protege la residencia presidencial.

El Servicio Secreto, el cuerpo encargado de proteger al presidente de EE UU y a su familia, indicó en un comunicado que el incidente de este miércoles tuvo lugar aproximadamente hacia las 10.30 hora local (14.30 GMT), cuando un hombre arrojó "objetos personales" por encima de la valla de la zona norte del complejo de la Casa Blanca. El individuo "fue inmediatamente detenido" por agentes de la División Uniformada del Servicio Secreto. Actualmente, se están llevando a cabo "rastreos de protección" en los jardines de la zona norte del complejo, según el comunicado, que aclaró también que el presidente de EE.UU., Barack Obama, se encontraba dentro del complejo durante la activación del protocolo de seguridad.

El incidente de este martes, que también provocó una breve alarma de seguridad, fue protagonizado también por un hombre, en este caso que escapaba de las autoridades después de supuestamente perpetrar un robo y saltó la valla del complejo. Agentes del Servicio Secreto arrestaron al individuo de inmediato.

Varios incidentes similares en los últimos años, protagonizados por individuos que han saltado la verja que protege la Casa Blanca, han motivado un aumento gradual de la seguridad en el perímetro de la residencia presidencial. En septiembre de 2014, un veterano de la guerra de Irak armado con un cuchillo e identificado como Omar J. González saltó la valla principal y llegó hasta la primera planta de la residencia presidencial antes de que el Servicio Secreto lo detuviera, algo por lo que fue condenado a 17 meses de prisión. Ese suceso perjudicó notablemente la reputación del Servicio Secreto y motivó la dimisión de la que era entonces directora de esa agencia, Julia Pierson.

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