Un incendio que duró 24 horas quemó 230 hectáreas de monte en O Courel

O Courel padeció durante 24 horas un incendio forestal de gran magnitud que, según informaron desde la Xunta de Galicia, afectó finalmente a 230 hectáreas, 150 de ellas de monte raso y 80 de arbolado.

Ante las dimensiones del fuego y la dificultad del terreno, fue necesaria la participación en las tareas de extinción de un amplio dispositivo que incluyó medios aéreos, en concreto seis helicópteros y otros tantos aviones. En cuanto al equipo terrestre, se desplazaron dos técnicos, cinco agentes forestales, 19 brigadas de bomberos, seis motobombas, dos máquinas paleadoras y un tractor.

El fuego se originó a las siete de la tarde del sábado en la parroquia de Meiraos, extendiéndose rápidamente hacia Samos por las escarpadas laderas de las montañas courelesas. De la dificultad que tuvieron los servicios antiincendios de la Xunta para controlar las llamas da prueba el hecho de que fuesen incapaces de dar por extinguido el incendio hasta las ocho de la tarde de ayer. La alcaldesa de O Courel, Lola Castro, indicó que el fuego no llegó a afectar a viviendas ni causó daños personales.

Alarma en Cervantes

En Cervantes se registró este fin de semana otro incendio de menor magnitud que el de O Courel -arrasó 28 hectáreas, diez de ellas arboladas-, pero que causó también alarma al acercarse a las casas. El incendio se originó sobre las ocho y media del sábado en la parroquia de San Tomé de Cancelada y no quedó extinguido hasta las 3.00 horas de la madrugada de ayer.

El dispositivo antiincendios estuvo formado por tres motobombas, cinco brigadas y dos técnicos. El fuego llegó a acercarse en plena noche a unos centenares de metros del pueblo de Dumia, por lo que varios vecinos, asustados por la cercanía de las llamas, se acercaron en un primer momento a ayudar en las tareas de extinción.

Durante el fin de semana los efectivos antiincendios también intervenieron en otros puntos de la provincia, aunque la superficie calcinada fue menor. Uno de esos fuegos se registró ayer al mediodía en Rebordondo (Portomarín), en una zona de difícil acceso, por lo que para sofocar las llamas hubo que movilizar a tres aviones y dos helicópteros. En la noche del sábado también se registró otro foco en San Miguel de Penas (Monterroso) que llegó a amenazar una granja, que, finalmente, no sufrió desperfectos.

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